Un grupo de argentinos denuncia a una empresaria inmobiliaria por una supuesta estafa en el alquiler de casas en Punta del Este. Son al menos seis las familias de argentinos que le pagaron señas en torno a los 6000 y 8000 dólares por el alquiler de viviendas en distintas zonas de la ciudad balnearia para este verano a una mujer que se hacía llamar Adela Galván. Su nombre verdadero sería Adela Sifuente, según aseguran los denunciantes.
Varios de ellos ya radicaron denuncias formales en la Justicia contra la mujer.
Así lo detalló Milagros Sarachaga, una de las afectadas, en diálogo con LA NACION: «Nosotros somos un grupo de seis amigos. El primo de uno de nosotros había alquilado una casa con esta mujer dos años seguidos, el año pasado y el anterior. Nos la recomendó y cada uno de nosotros empezó a tratar con ella por separado para alquilar este año».
«En mi caso, entré en contacto con ella, que me pasó una propuesta. Un día me dijo que estaba en Buenos Aires, para juntarnos. Yo le dije que me dejara estudiar la propuesta que me había mandado. Lo que me tentó fue que me dijo que el departamento en el que estaba interesada se desocupaba el 9, entonces podía entrar el 10», recuerda Sarachaga. La propiedad que le ofrecía Galván estaba ubicada en De la Mar.
Cuando Milagros buscó el nombre de la mujer en Google vio que todo estaba en orden. Llamó a la inmobiliaria y constató que existía. Y con la recomendación del primo de su amigo, que había tenido una buena experiencia en el pasado, aceptó la propuesta.
Se encontró con la mujer en un departamento en Buenos Aires y le llevó una seña de 6000 dólares. A cambio recibió un comprobante de pago con sello de la inmobiliaria y una recomendación: que no lo perdiera. «Nos vemos en la inmobiliaria en Punta del Este», le dijo «Adela». Desde entonces hablaron en varias ocasiones más. La última fue el domingo pasado.
El primero del grupo de amigos que le había alquilado a Adela llegó a Punta del Este el viernes.
Se dirigió a la casa que había rentado y con sorpresa se encontró con que estaba habitada por otra familia. Los otros inquilinos le iformaron que su alquiler vencía el 31 de enero, pero se mostraron extrañados: en los últimos días, otras tres familias habían ido a ese departamento con el mismo argumento. Y todos le habían alquilado a «Adela».
Ante esta situación, el primero del grupo que llegó a Punta puso en aviso al resto del grupo y llamó a la empresaria, quien le pidió que se comunicara con su abogado, que a su vez prometió devolverles el dinero de la seña.
Mientras tanto, los argentinos que aún se encontraban en Buenos Aires hicieron averiguaciones en Punta del Este y descubrieron que ninguna de las casas que habían alquilado estaba disponible. «Todos estábamos en la misma situación y todos seguíamos chateando con ella, que nos decía que ya se iba a resolver, que tenía un abogado que iba a devolver la plata», continúa Sarachaga.
Varias inmobiliarias dijeron a los damnificados que en varias inmobiliarias les dijeron que también tuvieron problemas con «Adela Galván», en operaciones compartidas. «Nosotros vamos a hacer la denuncia cuando vayamos a Punta. Yo ya me puse en contacto con una abogada de Uruguay y hay que hacer una denuncia en el Ministerio de Turismo».
Según el diario El País, se trata de la misma empresaria que años atrás ofició como testigo protegida en el caso denominado «Campanita». Mientras se encontraba protegida y con custodia policial, la empresaria estafó a varios propietarios de inmuebles de Punta del Este. El juez penal de 4º turno de entonces, Gabriel Ohanian, la procesó por estafa. En su condición de testigo protegida fue alojada en una dependencia de la Seccional Primera de Maldonado, según ese medio.