Altos niveles de sobrevida en transplante de hígado

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“El balance es muy positivo. Son 10 años de este proceso”, sostuvo la jefa del Programa Nacional de Trasplante Hepático, Solange Gerona, quien lidera el proyecto desde el inicio. Agregó que estos procedimientos, que salvan vidas a usuarios del sector público y privado, son financiados por el Fondo Nacional de Recursos (FNR). El Instituto Nacional de Órganos y Tejidos se encarga de la coordinación de los órganos donados y de administrar la lista de espera, que implica a un promedio de 20 pacientes. El orden que la rige es el de la gravedad, esa es la prioridad. “Va primero el que está más grave, aunque haya llegado ayer”, aclaró.

En esta década se llevan trasplantadas 190 personas en las instalaciones del Hospital General de las Fuerzas Armadas, a un promedio de entre 20 y 25 procedimientos al año, y la causa principal es cirrosis, aunque hay pacientes con enfermedades catalogadas como agudas. Las causas son variadas: consumo de alcohol, enfermedades autoinmunes, hepatitis B y C; un 20 % se debe a hepatocarcinomas (cáncer de hígado).

La especialista detalló que la experticia del equipo, compuesto por unas 60 personas, determina que las internaciones sean breves. Los tiempos de espera son comparables a los registrados respecto a prestadores de otros países y los resultados fueron valorados como gratificantes, ya que se alcanza un alto nivel de sobrevida a cinco años. En el 75 % de los casos, los pacientes trasplantados vive incluso cinco años después de la intervención, lo que se considera una cifra elevada, ya que suelen ser personas que padecen otras complicaciones en sus organismos. La edad promedio de los trasplantados es 45 o 50 años, pero se realizan cirugías pacientes de todas las edades.

La oferta de donantes es elevada en proporción a la escasa población del país. “Lo que queda en el debe es cuando hay hepatitis agudas graves o fulminantes, con necesidad de un trasplante de hoy a mañana. Para ello, tenemos un equipo de diálisis hepática que permite dilatar un poco el tiempo para llegar en condiciones a un trasplante o que el hígado regenere y se evite el procedimiento”, indicó.

En diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional, la experta dijo que si se compara la tarea efectuada en Uruguay con los estándares internacionales, los parámetros son similares en torno a sobrevida, cantidad de reoperaciones requeridas y capacidad de retrasplantes que puedan ser necesarios.

Gerona recordó que el equipo multidisciplinario que actualmente se desempeña trabaja en forma mancomunada desde hace 20 años y que aúna a profesionales no solo del Hospital Militar, sino también del Hospital de Clínicas y de Facultad de Medicina, lo que es concebido como un factor fundamental, ya que no solo se trata de salvar vidas, sino también de formar recursos humanos calificados.

En este tiempo se sumaron nuevos integrantes y se mejoraron aspectos vinculados con la gestión y calidad de servicios, y se realizaron auditorías continuas a cargo de expertos internacionales como preparación para lo que será la denominación de “centro de referencia”, aunque, según explicó, en la práctica este servicio ya lo es. En cuanto a equipamiento, se adquirió un complemento para un equipo que se conoce como fibroscan, que permite medir el porcentaje de esteatosis en el hígado (cantidad de grasa acumulada), así como qué fibrosis implica cualquier patología.

En este contexto, Gerona insistió en la importancia de contar con el programa en el país, ya que recién en 1994 los uruguayos lograron acceder a un trasplante, pero debían viajar a Argentina, con todo lo que eso implicaba. Además, solo se practicaban un máximo de siete procedimientos al año. Desde hace 10 años esa realidad cambió radicalmente y se duplicaron los trasplantados.

MSP