Para Zubía, el jerarca incurrió en un delito de conjunción entre el interés público y privado. «A un delito cometido por un jerarquía pública le doy trascendencia. La conducta del acusado es altamente lesiva del bien jurídico de la administración pública», explicó el fiscal a El País.
Atento a que «la opinión pública está muy sensible» con los títulos falsos y a que el delito cometido «genera alarma» a los uruguayos, el fiscal penal de 8° Turno, Gustavo Zubía, pidió el procesamiento con prisión de un jerarca del Ministerio del Interior por darle un contrato como psicóloga a su hermana, que carecía de dicho título.
El representante del Ministerio Público también solicitó el procesamiento sin prisión de la hermana del jerarca por usurpación de título. En el Juzgado, la acusada reconoció haber cursado estudios sobre sicopedagogía.
En sus declaraciones en el juzgado, el jerarca acusado dijo que había enviado un informe al subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez donde indicaba los cambios que realizaría en el servicio e insinuó tácitamente la contratación de su hermana, según indicaron a El País operadores judiciales. Sin embargo, Vázquez señaló ante la jueza de 13er Turno, Ana Ruibal, que no había autorizado dicha contratación.
En el auto de procesamiento, Zubía consideró que el jerarca ministerial avaló el ingreso de su hermana a una área muy sensible del Ministerio del Interior, ya que esta integraba una junta que evalúa a los policías. Dichas evaluaciones eran claves para definir traslados de efectivos hacia otras áreas de la Policía o ingresos de nuevos agentes.
Para Zubía, la conducta del jerarca del Ministerio del Interior generó un riesgo y causó un dolo y genera alarma pública manifiesta que amerita el pedido a la jueza Ruibal de que decrete la medida cautelar de prisión.
Además de la polémica por el título del vicepresidente de la República, Raúl Sendic, sobre licenciatura en Genética Humana, también trascendió que el subdirector Técnico del Instituto Nacional de Rehabilitación, Gustavo Belarra tampoco tenía título de sociólogo. Otro que no tenía título de psicólogo es el secretario político del Frente Amplio y actual director del IMPO, Gonzalo Reboledo. Sin embargo, dicho título figura en sus perfiles de LinkedIn y WordPress, además de los documentos oficiales de la IMM mientras estuvo a cargo de la Gestión de la División de Juventud.
Pedido de informes.
El 7 de octubre del año pasado, el licenciado en seguridad pública, Robert Parrado anunció a El País que, cuatro días más tarde, iba a denunciar penalmente a una persona que ocupaba un cargo medio del Ministerio del Interior y pariente de un jerarca de la cartera por no estar habilitada para ejercer como psicóloga. Señaló que hacía un tiempo había sabido que esa persona no tenía el título y decidió consultar al Ministerio de Salud Pública —mediante un pedido de informes— allí constató que no estaba habilitada para ejercer la psicología.
Según Parrado, la supuesta psicóloga integró «espacios de decisión» de Interior donde definía sobre temas de salud, en temas que impactan a la seguridad pública y tienen que ver con el personal que ingresa al Ministerio del Interior, lo cual a mi criterio era obvio que se lo tenía que preguntar al Ministerio del Interior, por eso hice otro pedido de informes», explicó.
«Se violó el presumario y se montó un circo».
Los abogados Leonardo Guzmán y Milton Pesce Olaso, defensores del jerarca ministerial acusado, señalaron que se enteraron por la prensa sobre los dos pedidos de procesamiento con prisión del fiscal y no por una notificación judicial. «En nuestro país, el nombre de un primario —así sea procesado por rapiña u homicidio— no figura en los partes policiales», dijo Guzmán a El País. Enseguida agregó: «Violar la reserva del presumario y tratar a un jerarca peor que a un delincuente procesado, es incurrir en atropellos». Con respecto al caso, Guzmán indicó: «Fundaremos en el expediente nuestra convicción de que, en este caso, no hubo delito, ni dolo, ni daño, ni interés ilícito. Si hoy aceptamos hablar públicamente es porque se ha montado un circo allí donde debiera haber seriedad y reflexión».