El INAU estaba en conocimiento desde hacía diez meses
El hombre que el pasado viernes por la noche fuera procesado con prisión por reiterados delitos de violación, incesto y violencia privada se suicidó a poco de ingresar a una cárcel de Rivera, según lo difundieron fuentes judiciales.
A partir del conocimiento público de esta noticia se supo de inmediato que el hombre no solo había abusado de sus hijas sino también de sus nietos y sobrinos, en total: de 8 víctimas menores de edad.
El Sistema de Protección de la Infancia y la Adolescencia del INAU venía trabajando desde hacía 10 meses con la familia para intentar que el caso tuviera repercusiones judiciales.
La coordinadora del Sipiav, María Elena Mizrahi, dijo a Subrayado que en 2009 el Ministerio de Desarrollo Social ya denunció la situación.
Como informó El País el pasado domingo, J.C.G.L., uruguayo de 56 años de edad, había obligado a tener con él relaciones sexuales a dos hijas suyas, desde que éstas tenían 11 años de edad.
La madre de ambas, también uruguaya, de iniciales M.L.L.G, de 56 años, estaba en conocimiento de la situación y no había denunciado los hechos, por lo cual resultó también procesada, pero sin prisión, por «omisión a los deberes inherentes a la patria potestad». Se le impuso presentarse en el Centro de Medidas Sustitutivas los días lunes, miércoles y viernes desde las 8:00 hasta las 12:00 horas, por el término de 4 meses.
Un anónimo.
El esclarecimiento del episodio se dio a partir de una denuncia anónima recibida hace poco más de 10 días por la Jefatura de Policía de Rivera. Al llegar a los 18 años, después de grandes sufrimientos, la víctima (que hoy tiene 21) había puesto fin a las violaciones de su padre y se atrevió a presentar una denuncia del hecho.
Pero ante las amenazas de su progenitor dio un paso atrás en los tribunales. Ella había quedado embarazada dos veces. Uno de los bebés falleció a los 2 meses de nacido por una mala formación congénita.
Al niño que hoy tiene 7 años fue al que se le realizó un examen de ADN que dejó en evidencia que era hijo (y nieto) del encarcelado. El pequeño también fue abusado por el mismo hombre que decidió quitarse la vida pocas horas después de ser remitido a la cárcel.
El objetivo de INAU ahora es «proteger» a las víctimas que quedaron en una situación vulnerable.
Previa orden judicial, la policía se había dirigido el pasado viernes a la finca del barrio Mandubí, en donde arrestó al acusado por múltiples delitos.
En horas de la noche de ese día él fue el último en declarar ante la sede judicial de Rivera. Antes lo habían realizado la joven víctima de violación, su madre, la actual pareja del hombre denunciado y vecinos del barrio.
A las 21:10 la jueza de feria, Noelia Sánchez, resolvió enviarlo a prisión al concluir la instancia judicial de la «Operación Declive».
La División Trata y Tráfico de Personas, desde su creación concretada el 12 de octubre de 2013 realizó 41 operativos, asistiendo a 72 víctimas.
Con los procesamientos de las últimas horas se elevó a 85 el número de remitidos a prisión.
Otro caso de abuso sexual
Los delitos de corte sexual cometidos contra menores en Rivera y resueltos en tribunales han sido muy variados. A mediados de junio la Justicia dispuso el procesamiento sin prisión de la madre de una joven de 16 años, en la localidad de Villa Vichadero, también por un delito de omisión a los deberes inherentes a la patria potestad, después de probarse que su hija de 16 años era sometida a explotación sexual. El padre de ésta fue indagado pero no se reunieron pruebas para culparlo.