Luego de una discutida sesión en la Junta Departamental se aprobó el informe de la Comisión de Nomenclator de la Junta, cuarenta nombres para calles en la ciudad.
La tarea comenzó en zona de La Calera y se continuó en la franja norte de Treinta y Tres en los barrios al norte de las rutas 17 y 18, alcanzado el Tradición Oriental, Benteveo y Ochagavía, hasta la Sociedad Criolla «Los Treinta y Tres».
El propulsor del proyecto fue el edil Gabriel Torres quien fundamentó el trabajo en la petición de los vecinos que al no tener nombre las calles, dificultaba la llegada de algunos servicios, como taxis, ambulancias, correspondencia, etc.
Otra particularidad del proyecto son los nombres escogidos para la nominación, ya que «son de plantas autóctonas y flores. Tomamos como base una idea del edil Yuri Almenar en el período pasado, cuando pidió que le pusieran nombres a las calles, aunque sea con pájaros o colores o lo que quisieran, pero lo pusieran nombre, para ayudar a identificar las zonas, como reclamaban los vecinos».
En ese punto hubo una discusión, ya que algunos nombres no son de flora autóctona. De tal manera, hay algunos detalles «a resolver en Comisión, para solucionar esos inconvenientes, pero ya está decidido lo fundamental con el voto de la bancada del Partido Nacional» dijo el edil Torres.
Torres hizo también referencia a que el Frente Amplio le marcó que si bien, se utiliza en forma regular el nombre, en el tramo de Valentín Olivera Ortuz, entre la ruta 17 y 18 y la 8, «el tramo de la ruta 8 vieja», no tiene nombre aún y se estudiará la extensión de Valentín Olivera para subsanar ese olvido de años anteriores.
En definitiva, nombres como Arazá, Timbó, Romerillo, Guayabo y tantos más pasarán a ser incorporados en el lenguaje del nomenclator callejero olimareño.