Estafó millones al Fonasa y tiene tan solo 23 años

Tiene 23 años y se dedica a hacer estafas. La primera la realizó cuando era menor con la tarjeta de crédito de su abuelo. La última de sus maniobras la efectuó días atrás, cuando hizo un giro falso a su novia a través de un pago electrónico en un banco. Registró un depósito electrónico en una cuenta corriente, pero ni un peso adentro del sobre que debía contenerlo.

La chica cobró el dinero y cuando abrieron el sobre se dieron cuenta que no estaba la plata. No era la primera vez que hacía esto, así que lo descubrieron y lo detuvieron. Fue allí que confesó la más grande de sus maniobras: una estafa por decenas de millones de dólares contra el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y el Banco de Previsión Social (BPS). Lo hizo a través de entre 80 y 100 empresas fantasmas, según dijeron fuentes del caso a El País.

La Justicia procesó con prisión al joven y a dos de sus cómplices. Ya citaron a declarar a unas 50 personas y se espera que unas cuantas más desfilen ante la jueza penal Julia Staricco. En un solo mes el Fonasa -un sistema que cada año cierra con un déficit más grande- pudo perder hasta US$ 4.000.000 por la maniobra, que los estafadores realizan desde el año 2011, según informó Subrayado. La Justicia no descarta que dentro de la Junta Nacional de Salud (Junasa), que administra el Fonasa, y el BPS, haya personas involucradas.

Lo que hacían los estafadores era recorrer asentamientos en busca de personas que, por no tener un trabajo formal, no hacían aportes al BPS y por lo tanto tampoco eran parte del Fonasa. Les ofrecían entre $ 500 y $ 1.000 por anotarlos como trabajadores de empresas fantasmas. Una vez que pasaban a ser parte de la nómina de falsos empleados, los reclutadores afiliaban a esos usuarios al Fonasa a través de un promotor de alguna mutualista. Por esto cobraban $ 1.800, así que ya recuperaban el dinero que habían invertido. Con este sistema afiliaron a unas 31.000 personas a, al menos, seis mutualistas de Montevideo, según descubrió el Departamento de Información Táctica (DIT), que fue el que atrapó a los delincuentes.

Pero esta no es la única manera que tenían para sacarle dinero al Estado. Luego de que los falsos trabajadores estaban anotados en las mutualistas, decían que estos estaban enfermos y cobraban por ellos los subsidios del BPS. También hay casos en que los hicieron sacar microcréditos a su nombre.

De todas formas, la cuota más grande de dinero la perdió el sistema por las cápitas que se les pagaban a las mutualistas por parte del Fonasa. Fuentes del caso hicieron el siguiente cálculo a El País: si se tiene en cuenta que el promedio de cada cápita es de $ 4.000 y se multiplica esto por los 31.000 afiliados, se concluye que el Fonasa perdió unos 124 millones de pesos (más de US$ 4 millones) en un solo mes.

Las cápitas varían según la edad y el sexo de los usuarios. Por ejemplo, por los mayores de 70 años el Fonasa gira a las mutualistas unos $ 5.000. En el caso de los menores de un año son $ 6.000. Por estos colectivos es por los que se pagan más. Como mínimo se llega a pagar unos $ 1.800.

Algunas de las empresas eran abiertas y cerradas enseguida para no dejar rastros. Otras permanecían abiertas hasta seis meses, por lo que las mutualistas cobraban las cápitas por todo ese tiempo. Delegados de las mutualistas debieron ya presentarse a declarar ante la Justicia, y en los próximos días deberán presentarse también los promotores que trabajan para estas. “En un principio las mutualistas no tienen nada que ver”, declararon fuentes del caso.

Desde el Ministerio de Salud Pública (MSP), en tanto, dijeron a El País que las mutualistas estarían en falta, ya que no pueden poner promotores que paguen por los nuevos usuarios. De hecho, días atrás, en pleno corralito mutual, la cartera denunció varios de estos casos a la Justicia.

Investigación

“Acá hay una estafa al Fonasa y al BPS, porque quedó demostrado que trabajadores de esas empresas cobraron seguros por desempleo falsos. Esto es un proceso de investigación que recién se inicia, no se sabe hasta dónde se puede llegar”, dijo a El País el jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez.

El jerarca también señaló que el fallecido director de la Secretaría Antilavado, Carlos Díaz, estaba trabajando en el caso e iba a aportar información a la Policía sobre la organización de estafadores.

Según supo El País, a los investigadores del caso les llamó la atención que los controles internos dentro del BPS y el Fonasa no hayan detectado la maniobra. Dijeron que es posible que algunos mandos medios del BPS concurran a declarar ante la Justicia en las próximas horas.

En el MSP dijeron que los controles los ejerce el BPS, y que el Fonasa paga según una lista que se les envía desde esta institución.

El jueves 23 de febrero la jueza Staricco y la fiscal Mónica Ferrero se reunieron con el jefe de Policía de Montevideo y el jefe del DIT, Pablo Lotito, para diseñar la investigación que terminó con el procesamiento con prisión de los tres estafadores. En las primeras indagatorias se supo que la maniobra comenzó en 2011, y esto hace suponer a los investigadores que fallaron los controles.

En la tarde de hoy autoridades del Banco y del MSP realizarán una conferencia de prensa en conjunto que se había agendado para hablar del cierre del corralito mutual, pero es de esperar que también se aborde esta estafa.

El déficit del sistema sanitario crece y supera las previsiones

El déficit del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) en 2016 rondó los
$ 15.000 millones, lo que equivale al 1% del Producto Interno Bruto (PIB); supera así en más de $ 5.000 millones la previsión que había hecho el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la que figura en la Ley de Presupuesto.

La cartera previó un déficit de $ 9.500 millones para 2016, pero lo cierto es que el dinero que sale de Rentas Generales para que el plan de salud funcione es mucho mayor al proyectado.

De enero a noviembre de 2016 (todavía no se cerraron las cifras de diciembre), los números rojos implican $ 14.713 millones (estos equivalen a US$ 491,7 millones).

En septiembre el déficit del Fonasa fue de más de $ 3.700 millones, en octubre de $ 2.300 millones, y en noviembre de $ 1.700 millones. Con estas cifras es de prever que se superarán los $ 15.000 millones cuando se llegue a la cifra final del año pasado.

Las diferencias en los cálculos del MEF con lo que luego se termina necesitando para cubrir los gastos del Fonasa no son cosa nueva, y no viene solo de este gobierno, sino que es algo que se arrastra al menos desde 2014, según las cifras que se manejan en la Ley de Presupuesto. Allí se señala que tanto para 2014 como para 2015 se previó que el déficit iba a ser de $ 6.048 millones; sin embargo en el primero de estos años fue de $ 8.709 millones (equivalentes a US$ 375 millones), y en el segundo $ 10.286 millones (US$ 377 millones).

El MEF también prevé que de acá a 2019 el dinero de Rentas Generales para el Fonasa sea de $ 9.500 millones por año, lo que implica un objetivo más que difícil de conseguir.

Para las autoridades el crecimiento de los números rojos del Fonasa se explica por el ingreso de nuevos colectivos al sistema. Fueron más de 53.000 los jubilados y pensionistas (más sus cónyuges) que ingresaron en 2015. Y más de 132.000 los que entraron en 2016.

Llaman a Basso a Comisión de Salud

El senador nacionalista, Javier García (Todos), solicitó al ministro Jorge Basso una investigación administrativa en el Ministerio de Salud Pública (MSP) y en el Banco de Previsión Social (BPS) para deslindar responsabilidades internas en la estafa contra el Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Se espera que autoridades del BPS asistan a declarar en las próximas horas. García también dijo a El País que convocará al jerarca a la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Senadores, que este año es presidida por él.

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