Un recluso del Penal de Libertad, apodado “El Tatita”, mató a su pareja durante el horario de visitas, en la tarde de este lunes.
El hombre, que se encontraba cumpliendo condena por rapiña muy especialmente agravada, esperó hasta el día de visitas para llevar a cabo el homicidio, que finalmente concretó a las 17:00 horas.
Según informó Subrayado, la mujer estaría embarazada y había querido separarse del recluso porque ella se encontraba manteniendo una relación amorosa con otra persona.
Sobre su posible embarazo, que familiares de la mujer habrían confesado a la Policía, se tendrá que expedir el médico forense que ayer a última hora examinó a la víctima fatal.
El asesinato de la mujer se ejecutó en el baño de la sala de visitas, y fue mediante asfixia, según terminó declarando el recluso a la policía.
En el mismo momento en que el preso estaba estrangulando a su pareja, la hermana de ella se encontraba en el salón de visitas, porque también mantenía un vínculo sentimental con un convicto.
Momentos después de que el recluso llevara a cabo el crimen, fue retirado de la cárcel “por las represalias que podría llegar a sufrir adentro del recinto”, informó un funcionario penitenciario a El País.
Este es el primer caso registrado en la historia de las cárceles uruguayas en que un recluso mata a su pareja, en el horario de visitas.
En Argentina.
Un episodio similar sucedió en Argentina hace pocas semanas, cuando un hombre mató a su mujer en el horario de visitas, pero la diferencia con el caso uruguayo ocurrido ayer fue que el recluso argentino ya se encontraba preso por haber asesinado a otra mujer, en otro centro penitenciario.
Según informó La Nación, Gabriel “Chirete” Herrera, de 39 años, mató a su pareja, Andrea Neri, de 19 años de edad, durante una visita que ella le hizo en la Unidad Carcelaria 1 de Villa las Rosas, en Salta, el pasado 5 de enero.
Como se dijo, ese crimen no era el primero de estas características cometido por “Chirete”, quien se encontraba en el módulo E del Penal. El recluso estaba, justamente, cumpliendo una condena de prisión perpetua por haber matado a otra pareja que tuvo durante el año 2006. En ese entonces la víctima había sido Verónica Castro, de 29 años de edad.
En el reciente hecho del 5 de enero, el recluso no dudó en asesinar a la mujer, que mantenía entre sus brazos al hijo de ambos, de tan solo dos meses de nacido.
Según narró el homicida ante la Policía y luego ante la Justicia, primero estranguló a la mujer con sus manos hasta provocarle la muerte por asfixia, y luego de que cayó tendida en el piso, él agarró un elemento punzante y la apuñaló cinco veces en la zona abdominal.
Luego del macabro hecho, el recluso doblemente homicida, agarró al bebé en sus brazos, le calmó el llanto y se lo entregó a un guardia que se encontraba fuera de la habitación de visitas.
Fue en ese instante que el interno confesó lo que había hecho “sin ningún tipo de arrepentimiento”.