Comenzó el camino

Vergara sorprendió a Treinta y Tres en el inicio de la Copa Nacional.

Los albinegros jugarán dos de tres partidos como locales, en Cerro Chato y en este caso enfrentaron a los rojos con la expectativa de otra buena gestión.

Treinta y Tres llegaba con pocos partidos de práctica, solamente un encuentro oficial y dos amistosos con la mayor, aunque en la previa el funcionamiento e idea que plantea el DT Rodrigo García, es clara y concreta. Tenencia de pelota, desborde por los laterales, velocidad y verticalidad. Tuvo la tenencia, pero le faltó darle una dirección o sentido que lastimara al rival.

Para ello los factores de juego también inciden. La ansiedad propia del debut y más en chicos con poca experiencia, las condiciones del campo de juego en dimensiones y los errores defensivos que costaron goles y fue un peso extra a la hora de remontar.

Los rojos salieron con mejor juego, manejo superior de la pelota y un par de jugadas que le valieron hacer méritos para anotar, pero las acciones del juego llevaron al tempranero gol del jugador del Unión de Charqueada, Nahuel Sacía que aprovechó un rebote y la mandó a guardar. Eso encendió las primeras alarmas de los nervios rojos, por más que sobre los 22′ llegó el gol de cabeza del más chico de los delanteros, Bruno Eula que coloca el balón lejos del guarda meta Suárez.

Tranquilidad y búsqueda del segundo, aunque los vergarenses, cerraban los caminos en forma ordenada, con un equipo aplicado y en tamaño, notoriamente superior a los rojos, hecho que también favorecía a la hora de la defensa y ataque.

Sobre la hora del primer tiempo, un tiro libre de casi la mitad de la cancha, igualmente recordamos que el campo es más corto que los otros estadios, tuvo a Facundo Rosas como protagonista cuando su disparó se coló «en picada» por detrás del meta Godoy a los 40 minutos. Otra vez a remarla para los rojos.

La segunda parte fue protagonista, hasta 3/4 de cancha a los rojos. Con la pelota intentaba llegar, incluso los últimos 30′ con tres y cuatro delanteros, pero el «mar de piernas» albinegras cerraba los intentos, especulando con contragolpes que no llevaron mayor peligro, pero aumentando el nerviosismo olimareño.

A falta de 10′ para el final, un «centro llovido» encuentra al volante Mauro Miraballes que en solitario se mete entre los zagueros y cuando caía, la toca con sutileza lejos del alcance del meta, para fijar el empate merecido. Los últimos minutos fueron intensos, pero el empate inamovible para el debut de los dos equipos del departamento en esta Copa.

Los torneos hay que jugarlos, pero este vergarense será duro escollo para los dos sectores capital, Treinta y Tres y Melo y muestra una gran cantera de valores en fútbol y físico que hacen soñar a su hinchada que podrá disfrutarlos en su casa solo cuando jueguen ante Río Branco, por los avatares de los torneos, salvo que avancen de fase.

Los olimareños, esperan una mejor gestión de un plantel dotado de gran riqueza técnica y con una base del trabajo del Club San Lorenzo, donde el partido ante Cerro Largo será importante para calibrar el rendimiento final. Buen partido de José Álvarez, Arturo dos Santos, Wilson Gómez y Francisco Erauzquin, sumado al trabajo de Alejandro Álvarez, Mauro Miraballes y el gol y la insistencia de Bruno Eula.