El Estadio Luis Franzini fue el escenario de un nuevo clásico entre Defensor y Danubio, un clásico distinto en el futbol uruguayo, donde nos acostumbramos a los clásicos entre los grandes donde la pierna fuerte corre mucho más que la pelota, y los estilos futbolísticos que se acostumbran se dejan de lado. Violetas y franjeados se enfrentaron en un clásico sin dejar atrás sus formas, su estilos, tanto Danubio como Defensor enfrento a su rival con lo mejor de sus armas y no como un partido “distinto” donde se juega totalmente distinto a lo acostumbrado.
Un partido de ida y vuelta con muchas emociones. Si bien el violeta logro la posesión de la pelota en mayor parte no fue tan agresivo sobre el arco rival como si lo fue Danubio. Una verdadera fiesta del futbol con mucho vértigo y emociones tanto para un lado como para el otro. La prueba más fiel es la apertura del marcador, un partido que se definió en las alturas lo comenzó a definir Defensor con un cabezazo de Felipe Rodríguez a los 22 minutos, el ida y vuelta del partido se vio reflejado en el marcador cuando Danubio reanuda el juego preparando una jugada que le llega al olimareño Gonzalo Barreto quien también de cabeza pone el empate cuando el hincha de Defensor todavía no se había sentado del festejo. Diez minutos más tarde la franja le da la vuelta al resultado con el único gol marcado con el pie del partido, Giovanni Zarfino saco un verdadero zapatazo que dejo inmóvil a la defensa violeta y que hizo inútil el esfuerzo de Irrazabal quien termino buscando la pelota en el fondo de la red. Se terminaba un primer tiempo parejo, con el partido muy cambiante y un segundo tiempo que prometía.
Pasaban 16 minutos del segundo tiempo cuando Defensor vuelve a buscar por las alturas y Maximiliano Gómez cabecea para el empate violeta, otra vez el marcador volvía a estar en tablas, el partido que seguía parejo y podría ser para cualquiera se tornó aún más emocionante. Pero lamentablemente al público del futbol uruguayo parece no gustarle una linda fiesta del futbol sin tener que empañarla con escenas lamentables, piedras que volaron de un lado y de otro entre la tribuna visitante de Danubio y la cabecera donde se encontraba la barra de Defensor, la tribuna menos poblada ya que el hincha violeta se vuelca mucho más hacia la tribuna general de su estadio que estaba repleta. La violencia le gano nuevamente al futbol y el partido se detuvo, pese a que la hermosa fiesta debía haber terminado si de verdad algo se quiere hacer en contra de la violencia, el partido siguió, y olvidando esos 5 minutos de bochorno, el partido volvió a ser el hermoso espectáculo que era. Intenciones para un lado y para el otro seguían cargando a un partido empatado de emoción, pero sobre los minutos finales Defensor logro posicionarse mucho más cerca del arco rival de lo que lo había realizado en el resto del encuentro, así fue que el asedio violeta sobre el final logro sus frutos, con la receta que marco el partido. En la última jugada del partido la pelota viaja en el aire para encontrarse con la cabeza de Maximiliano Gómez que la envolvió en la red. Un gol que no pudo festejar ya que sufrió un golpe y cayo tendido en el piso inmóvil, se vivieron momentos de preocupación cuando se vio al arquero de Danubio, Etulain salir desesperado a pedir asistencia para el jugador violeta inmediatamente después de recibir el gol, la preocupación menguo cuando el jugador luego de ser asistido comenzó a responder, inmediatamente después el encuentro finalizo y Defensor salió del pozo, sumo sus primeros puntos, y todo con el envión anímico que siempre da salir victoriosos de un clásico.
SOBRE DEFENSOR SPORTING
Defensor Sporting manejo la pelota, intento llevar la iniciativa, utilizo mucho más el centro del campo, trato de llegar al arco rival con muchos jugadores y jugadas de triangulación. El violeta se hizo con la pelota, logro manejarla en mitad de campo, pero se diluyo en la última zona por lo que le costó mucho generar peligro. Fue en las incidencias de los goles, junto con alguna otra situación cuando verdaderamente logro vulnerar la última zona franjeada, y en el tramo final del partido donde logro posicionarse muy cerca del arco de Danubio.
SOBRE DANUBIO
Danubio por su parte aposto a un juego más directo, sin apostar al pelotazo busco un planteo vertical, guiando sus ataques hacia Gonzalo Barreto y apostando a la velocidad del mismo o por las bandas para quebrar la defensa del tradicional rival. Fue efectivo en sus ataques, quebró muchas veces por velocidad al rival pero le otorgó la pelota al violeta demasiado, haciendo que lo acorralara sobre su arco, si bien en líneas generales logro cerrarle los caminos pago caro sus distracciones y sobre el final, quizás por el cansancio, quizás desconcentración o simplemente momentos del futbol, cayo el juego, la recuperación y la disciplina defensiva franjeada que hizo que el asedio violeta pudiera ser más efectivo y lo pago recibiendo el gol que le diera la derrota.
