Políticas sanitarias que contribuyen a una alimentación como factor protector

Imagen ilustrativa

Uruguay hace frente a la epidemia del sobrepeso y la obesidad con políticas sanitarias consolidadas a nivel interinstitucional. Así es que se plantea la “Guía Alimentaria para la población uruguaya” como una de las herramientas útiles producidas desde el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Imagen de manos sosteniendo fruta
La alimentación saludable es fundamental para prevenir el sobrepeso y la obesidad así como las enfermedades no transmisibles (ENT) entre las que se encuentran las cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer, que son las principales causas de muerte en nuestro país, dentro de las que las enfermedades del corazón ocupan el primer lugar. Otros factores de riesgo para las ENT, como la presión arterial elevada, la dislipemia(cuando se altera el perfil lipídico, lo que se conoce como colesterol bueno y malo) y los altos niveles de glucosa en sangre, pueden prevenirse y controlarse adoptando una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables.

Por estos motivos mantener una alimentación saludable es primordial al momento del cuidado de la salud y la prevención de enfermedades.

La última encuesta de factores de riesgo reveló que más del 90% de la población no llega a consumir las cinco porciones de frutas y vegetales recomendadas por día, lo que preocupa a los especialistas puesto que son estos alimentos los que junto a los cereales integrales y las leguminosas aportan una gran cantidad de fibras,vitaminas, minerales y diferentes sustancias bioactivas que protegen la salud.

Para orientar a la población en los cambios de sus hábitos alimentarios, necesarios para mejorar la salud y prevenir las enfermedades que hoy más nos afectan, el MSP junto a un gran número de instituciones relacionadas a la alimentación, la salud y la educación, desarrolló la Guía alimentaria para la población uruguaya.

Algunas recomendaciones que ofrece la Guía son:

Empezar el día con un buen desayuno y no saltearse comidas; ordenarlas de forma de no tener largos períodos de ayuno y comer alimentos naturales y caseros que nos ayudan a mantener un peso adecuado.
Cocinar nuestros propios alimentos. Esto hace bien, entre otras cosas, porque cuando cocinamos en casa podemos elegir con libertad los ingredientes y las formas de cocción, así como agregar menos sal, azúcar y utilizar aceites en lugar de otras grasas. En otras palabras, preparar comida casera amplía el abanico de alternativas saludables.
Incluir el pescado al menos una vez a la semana puesto que, al igual que los frutos secos y las semillas como las nueces, el lino y la chía, nos aportan ácidos grasos omega 3que protegen la salud y previenen las enfermedades cardiovasculares.
Evitar consumir en el día a día productos ultraprocesadosque tienen exceso de azúcar, sodio (sal) y grasas de mala calidad. Como estos alimentos deben tener una larga vida útil se les suele agregar grandes cantidades de sal ygrasas resistentes a la oxidación(como las grasas trans) cuyos efectos en la salud son altamente nocivos. Por esta razón nuestro país reguló la eliminación progresiva de las grasas trans de origen industrial, para que, poco a poco, dejen de ser utilizadas por la industria. La sal tiene doble utilidad en los productos ultraprocesados: la de conservante y la de tapar sabores que se producen en el procesamiento de los alimentos, por lo que incluso aquellos productos que no reconocemos como salados, pueden tener cantidades considerables de sodio. Las altas cantidades de azúcar junto a la combinación de ingredientes los hacen sumamente agradables y generalmente se presentan en envases muy atractivos;todo esto nos expone al consumo de grasas, azúcares y sal muy por encima de lo recomendado para la buena salud.

Es importante entender que la alimentación saludable se alcanza si se tienen en cuenta un conjunto de factores que van más allá de la acción concreta de elegir qué es lo que se come. Incide también la forma en la que nos alimentamos, es decir, si se hace sentado a la mesa, rodeado de personas como familia, amigos o compañeros de trabajo, la atención que le dedicamos, el comer pausado y masticar correctamente, son todos elementos a tener en cuenta. Ximena Moratorio, Magíster en nutrición y encargada del Área Programática de Nutrición del MSP lo explica de la siguiente manera: “comer despacio y disfrutar de la comida (…) La atención que le dedicamos al momento de comer, el espacio en el que lo hacemos incide en el tipo de alimentos que elegimos. Si como frente al televisor o mientras trabajo o incluso, a veces, mientras voy caminando, en el transporte, voy a elegir otro tipo de alimentos que si lo hago en una mesa o si estás rodeado de familia o amigos o incluso compañeros de trabajo. El hecho de poder masticar correctamente y comer más pausado. Una conversación también influye en el tiempo en que se come”.

 

Se hace clave entonces para el MSP poder intervenir en aquellos factores de riesgo modificables con la promoción del cambio de comportamientos y para ello es que se plantean herramientas como la “Guía alimentaria para la población uruguaya” que intenta traducir la evidencia científica que hay respecto a la relación entre la alimentación, el desarrollo de determinadas enfermedades y su prevención, a través de recomendaciones accesibles para llevar a la práctica en la vida cotidiana. Te invitamos a descargarla y conocer el resto de las recomendaciones, link a la guía alimentaria