El defensor de oficio del joven «Negro Joel», quien fue acusado de ultimar a dos personas en el asalto a las oficinas del Correo de Pocitos ocurrido hace tres años, solicitó la libertad provisional del interno para que pueda salir a trabajar.
La defensa del «Negro Joel» se basó en un informe positivo de técnicos del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), quienes consideraron que el joven estaba rehabilitado. Sin embargo, la fiscal del caso, Nancy Hagopian, se opuso a la salida laboral por considerar que el joven no tuvo un proceso educativo ni social adecuado y que, por ende, debe cumplir la totalidad de la pena (cinco años).
Según fuentes del Inisa, Hagopian señaló que el equipo técnico del organismo no valoró el informe del Instituto Técnico Forense (ITF) que señala que el joven carece de tolerancia a las frustraciones; no asume responsabilidades y la vida de terceros no le importa demasiado. Los especialistas del ITF también constataron que el interno «no respeta los derechos de nadie».
A juicio de la fiscal, no surge del informe del Inisa que los técnicos hayan trabajado los rasgos antisociales mencionados por el ITF y agregó que ello significa que a estos «solamente les interesa que el joven comience a tener algún tipo de experiencia con el exterior, basándose solamente por el lapso de tiempo de internación cumplido: dos años, diez meses y doce días».
Según las fuentes, Hagopian sostuvo: «Sin trabajar en forma seria y responsable los aspectos personales del adolescente mencionados por el ITF, sin olvidar que este adolescente infractor a la ley penal cometió tres homicidios especialmente agravados».
A juicio de la fiscal, el equipo técnico debe continuar trabajando con el adolescente el resto de la medida educativa para saber qué piensa este sobre la rapiña al local del Correos de Pocitos, sobre el padecimiento de víctimas y de la propia familia de su compañero «El Porteño», muerto en el atraco.
Hagopian no quiso hacer declaraciones sobre el caso.
Tampoco el abogado defensor de Joel, Guillermo Paysée.
El Ricky
La defensa del Ricky también solicitó la libertad provisional del adolescente para trabajar. Este joven hace siete años que está preso por seis rapiñas y un homicidio.
El 31 de marzo de 2016, el Programa de Inserción Social y Comunitaria del entonces Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (hoy Inisa) consideró que este joven tiene baja tolerancia a la frustración y dificultad en respetar a la autoridad. Dos meses después, el Sirpa informa que el joven, a través de su conducta, muestra que cambió y que ahora se adhiere a las normas.
Hagopian negó la salida del Ricky por entender que hay dispares informes de una misma institución.
Advierte que el adolescente no cumplió con medidas educativas ni tuvo el suficiente apoyo de técnicos. «Este debe cumplir la totalidad de la medida socio-educativa impuesta a los efectos de que en forma seria y responsable, el Inisa logre que el joven respete los derechos humanos, la libertad y la vida de los terceros», señala Hagopian.
Fuentes del Inisa sostuvieron que Ricky lleva siete años internado por diferentes delitos. «Tuvo una madre abandónica que siempre lo rechazó», explicaron las fuentes.
Señalaron que el joven «está muy deteriorado», «envejecido» y «quiere tener una posibilidad porque tiene una hija afuera».
Claves de la rapiña al correo de Pocitos
Poco después de las 18 horas del lunes 5 de agosto 2013, tres rapiñeros —un adulto y dos menores— detuvieron un Toyota negro, robado, frente al local del Correo en Benito Blanco y Martí.
Sacaron una silla de ruedas del maletero. «El Porteño», un delincuente mayor de edad, se sentó en la silla y uno de los menores lo empujó hasta la puerta del local. Apenas la traspasaron, sorprendieron al guardia de seguridad y lo desarmaron.
En minutos, la Policía recibió dos alertas
El agente Carlos Rodríguez recibió un disparo en la cabeza. En el tiroteo, el policía Carlos Dollenart recibió nueve tiros y el agente Walter Fernández uno en la ingle.
El 23 de septiembre de 2014, el juez Allen Denby y la fiscal Nancy Hagopian sentenciaron a una pena máxima de cinco años a los dos menores por cinco delitos de homicidio muy especialmente agravados, tres en grado de tentativa.
>Fuente: elpais.com.uy