El ministerio de Ganadería comenzara en breve, un nuevo plan para el control de la garrapata y exhortó a los productores ganaderos a usar desde agosto los diferentes productos químicos en las tres dosis.
Con la presencia del ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, se presentó el “Plan de sensibilización y extensión en control de garrapata y tristeza parasitaria”. La actividad se desarrolló el martes 12 en el campus del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en Tacuarembó.
“Seguramente tengamos que fortalecer el control, pero solamente con el concepto de vigilancia sanitaria no resolvemos el problema. Lo resolvemos si los que tenemos el problema queremos resolverlo”, afirmó Aguerre.
El Ministerio aconseja realizar tratamientos supresivos, repetidos cada 21-45 días, para evitar que las teloginas (garrapatas) caigan al suelo y desoven.
Los puntos importantes para el control es caracterizar al predio, desarrollar un plan de tratamiento generacional y utilizar un producto químico diferente para cada una de las tres generaciones de garrapatas en el año, de agosto a noviembre, de diciembre a febrero y de marzo a mayo. Antes del 20 de febrero los animales deben haber tenido la primera dosis contra el virus.
Cuando hay sospecha de la presencia en animales se deben mandar muestras para analizar en laboratorios de DILAVE, además de respetar el tiempo de espera para faena, comunicar el estatus sanitario del rodeo y vacunar los terneros menores de 1 año.
El Plan es desarrollado por una comisión interinstitucional integrada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Instituto Plan Agropecuario (IPA), la Facultad de Veterinaria de la UdelaR y la Sociedad de Medicina Veterinaria.
Aguerre indicó que “nunca le hemos dado mucha pelota a la garrapata porque por más que las pérdidas sean impactantes, salvo que el productor al que se le haya muerto un animal le preocupa cuando sale de control”, y agregó “haciendo las cosas bien se puede controlar la enfermedad”.
El jerarca manifestó que eso debe cambiar desde ahora, y principalmente por la aparición de residuos en la carne, para no tener inconvenientes en los más de 130 mercados abiertos que tenemos, muchos con alta exigencia sanitaria y otros como China que está aumentando sus exigencias.
En Uruguay la garrapata Rhipicephalus Microplus y las enfermedades transmitidas por este parásito provocan perdidas anules del orden de 32,8 millones de dólares.
Se estima que un productor de 300 bovinos realizando 8 o 9 tratamientos anuales tiene un costo de 2.500 dólares anuales, sin contar los costos que genera la mortandad de animales por tristeza parasitaria ni las pérdidas por la presencia de residuos de garrapaticidas en la carne.