La vinculación de Javier Vázquez, hijo del presidente, con la instrumentación del polémico sistema informático del BROU -un negocio de 110 millones de dólares- será investigada por el Parlamento a instancias de la diputada blanca Graciela Bianchi.
En declaraciones a Radio Montecarlo, Bianchi explicó el alcance del planteo.
La legisladora pide la comparecencia del directorio del BROU para conocer los detalles de la adjudicación a la empresa Larrobla y Asociados, de la que Javier Vázquez es socio, según un informe publicado por el semanario Brecha.
La plataforma Bantotal -adquirido a Larrobla y Asociados- ya había sido aplicada con éxito a otras instituciones bancarias, y desde hace 4 años se estaba adaptando a las dimensiones de la red del BROU.
Lorena Lavecchia, integrante de AEBU, dijo que las autoridades trabajaron «de forma hermética» con un grupo reducido de funcionarios. El trabajo se hizo en la sede del grupo asegurador Mapfre. El piso que se alquiló especialmente allí costó 1.2 millones de dólares, dijo la dirigente.
El nuevo sistema core bancario, apenas fue instalado, generó serias distorsiones operativas a la institución, que afectaron de manera directa a los clientes. En los últmos días, se generó un caos administrativo y contable sin precedente y cuyo costo todavía no está claro.
El sábado 14 comenzó a funcionar y de inmediato se generaron las distorsiones. Se cayó e-BROU y hubo problemas con los cajeros automáticos, entre otros asuntos directamente vinculados a los clientes.
En lo interno, los funcionarios se vieron obligados a trabajar hasta la medianoche ante la emergencia.
Según Brecha, la plataforma impidió hacer asientos contables, sacar actas de cambio de moneda y hacer balance del tesoro, entre otros aspectos operativos. Se registraron serias diferencias en las cuentas (podrían desaparcer millones sin que nadie se entere).
Hasta ayer, jueves, los problemas seguían, informó la diputada Bianchi.
FONDO BOLÍVAR Y PANAMÁ
Javier Andrés Vázquez es uno de los hijos del presidente Vázquez. Su nombre salió del tradicional bajo perfil cuando fue denunciado por la oposición como socio de algunas de las empreasas beneficiadas por el Fondo Bolívar-Artigas, un acuerdo comercial macro entre los gobiernos de Uruguay y Venezuela.
En ese entonces, estaba vinculado a Intermaricana de Cómputos y Artech, companía ésta última que dio soporte a la nueva plataforma core del BROU, según Brecha.
En 2016 su nombre volvió a los medios cuando se dio a conocer los nombres de varios empresarios uruguayos que abrieron empresas off-shores con el estudio panameño Mossack Fonseca, de acuerdo a un informe del semanario Búsqueda.