FESTIVAL DEL RÍO OLIMAR

Ha pasado  otro Festival del Río y quiero felicitar a la comisión organizadora, porque me consta que dedicaron tiempo y esfuerzo, logrando los objetivos que se habían propuesto. Sabemos que siempre es difícil complacer a todos y han  surgido muchas críticas. Pero es importante escuchar a la gente y tener la humildad de reconocer algunos pequeños errores.

Por eso es necesario evaluar el trabajo.

Todos hemos oído comentarios, que el festival se ha vuelto rutinario, siempre cantan los mismos, cada vez vienen menos turistas, la mayoría de los acampamentistas  son de Treinta y Tres.

Al igual que algunos de los pobladores, pienso que es necesario generar actividades durante el día.

Sin introducir cambios a lo que es la esencia del festival, bastaría con remitirnos al año 1972 donde se organizaban fogones y en torno a ellos se generaban actividades. El parque es muy amplio, se pueden  coordinar con instituciones de enseñanza, grupos de adultos mayores, sociedades nativistas, la instalación de fogones donde se reviva la tradición con cantos y danzas. Sin venta, para no competir con los puestos de comida. Funcionarían durante el día, mientras no comienza la actividad del escenario. Sería una manera para que la población intervenga en forma activa y comprometida con esta fiesta de Treinta y Tres. Se pueden anexar actividades de jineteadas en el Predio del Ejido.

Estaría bueno, como pasa en otras fiestas, ejemplos: “Patria Gaucha” y “Minas y Abril”, que pasado un mes, se comience a preparar el próximo festival, esto hace posible escuchar sugerencias e ir haciendo correcciones.

Dr. Nilson Alcarráz