Entre enero y la primera quincena de agosto se presentaron a concurso de acreedores 73 empresas de diferentes sectores de actividad. La cantidad en lo que va del año es 55% superior a la registrada en el mismo período de 2016. Además, con solo tres casos adicionales ya se alcanzarán los 76 concursos que se registraron durante todo el año pasado.
Según datos aportados por la Liga de Defensa Comercial (Lideco) a El Observador, solamente en lo que va de agosto se llegó a 10 firmas que optaron por ese recurso. Además, entre enero y julio de este año la cantidad también fue superior, ya que se presentaron 63 frente a 43 de los primeros siete meses de 2016. Los sectores de actividad son variados. Hubo empresas del rubro agroindustrial, bodegas y viñedos, empresas de importación y venta de celulares, agencias de viajes, constructoras, una compañía de transporte, una metalúrgica, una empresa instaladora de fibra óptica, otra dedicada a la generación de biomasa y una farmacia, entre otras. En el período también pidió el concurso el Colegio Varela. Varias estaban vinculadas al agroindustrial, como Cosechas del Uruguay, Cereoil y los molinos Dolores y Florida.
Carlos Brandes, del Departamento Contencioso del estudio Guyer & Regules señaló a El Observador que empresas del sector productivo están atravesando situaciones complejas que en muchos casos derivan en la presentación a concurso.
«El agro tuvo varios; todo el empuje de hace ocho o nueve años atrás se perdió con la baja de precio de los commodities y la suba de costos. Eso le hizo estragos», indicó. Además, agregó que «fábricas que producen, sobre todo exportadoras, están teniendo problemas de competitividad. Si a eso se le suma menor venta o actividad es el combo perfecto para tener una situación de concurso».
Otro aspecto que destacó Brandes y tiene relación con los concursos fue el aumento de las ejecuciones de hipotecas, vales o préstamos. Recordó que hasta 2004 y 2005 habían ejecuciones que se habían iniciado desde 1999 hasta 2002, año en el que fueron masivas. «A partir de 2006, cuando empezó el crecimiento económico casi no había ejecuciones de hipotecas. Ahora hay un aumento de esa actividad, que va de la mano de los concursos», dijo el experto.
«El que deja de pagar, primero lo hace con las deudas, después la hipoteca y luego solicita el concurso», ejemplificó. Para Brandes, al empresario uruguayo todavía le cuesta pedir el concurso de acreedores. «Eso ocurre pese a que la ley (18.387, que los regula desde 2008) lo que busca es que haya alertas tempranas para tratar de salvar la empresa antes de que esté totalmente fundida», explicó.
Comercio y servicios
Varias de las empresas que fueron a concurso son del sector comercial. En los últimos días lo solicitó la importadora y comercializadora de electrodomésticos Punto Luz. Aunque la Cámara de Comercio no lleva registros de empresas que optan por ese recurso señala que la actividad del sector tiene vaivenes.
La semana pasada la gremial divulgó una encuesta de actividad correspondiente al segundo trimestre del año. En las conclusiones indicó que si bien los datos relevados mostraron un «comportamiento en general favorable de la actividad comercial, el cual ya comenzaba a percibirse desde la segunda mitad del año pasado, es posible percibir cierta volatilidad en el resultado de algunos rubros en particular».
Añadió que eso «demuestra las debilidades que aún persisten y que no permiten consolidar una situación de crecimiento sólida y generalizada en el sector, advirtiéndose incluso en algunos casos un retroceso en los niveles de venta». La economista Ana Laura Fernández, del Departamento de Estudio Económicos de la cámara, dijo a El Observador que el sector tiene mayores niveles de venta, pero también un aumento de costos que golpea la rentabilidad de las empresas. «En el sector del comercio hay preocupación en ese sentido», alertó.
Fernández mencionó que a principios del año pasado el nivel de ventas era peor al actual. Igualmente, sostuvo que no se percibe todavía «un crecimiento sostenido, incluso las cifras del segundo trimestre son menos positivas que a comienzos de año, ya que quedó atrás la temporada turística que fue favorable para el sector. Quizá ahora se empezó a ver más la realidad del mercado interno».
Sanciones a cuentas corrientes estables
En los últimos 12 meses a junio fueron sancionadas 2.086 cuentas bancarias, con un descenso de 1,7% en la comparación con igual período anterior, según la información aportada por la Lideco en base a datos del Banco Central. Hubo 1.550 cuentas suspendidas frente a 1.564 de los últimos 12 meses a junio del año pasado. Allí, la baja fue de 0,9%. En tanto, las cuentas clausuradas sumaron 536, con una caída de 3,9% en la comparación interanual.