Delegados de Tienda Inglesa se desvinculan del sindicato

 

Una asamblea de delegados de Tienda Inglesa desvinculó de sus cargos a todos los integrantes del ejecutivo del sindicato. Además, pidió a la empresa que custodie lo que le descuenta a los trabajadores por concepto de cuota sindical.

Lejos de calmarse los ánimos luego de la firma de un acuerdo para la quita de algunos beneficios en la cadena de supermercados, la interna entre los trabajadores de la compañía está más crispada que nunca.

Una mayoría de delegados de las sucursales de Tienda Inglesa presentaron este viernes una carta al departamento de recursos humanos de la empresa para informarle la «total desvinculación» de su cargo y el «cese de sus funciones» del secretario general del Sindicato de Trabajadores de Tienda Inglesa (Sitti) y de los restantes nueve integrantes del ejecutivo.

En la carta —a la que accedió El Observador—los trabajadores transmitieron que para la comunicación con la empresa se creará una comisión interina a designar, integrada por un delegado o colaborador en representación de cada una de las sucursales del supermercado.

También solicitaron a la compañía que «el dinero que la empresa recauda por concepto de cuota sindical lo mantenga en custodia hasta que la futura comisión interina de delegados se conforme».

Por último, pidieron información sobre la cantidad de afiliados actuales y sus respectivas cotizaciones, ya que «a la brevedad tendrá lugar una auditoría de las finanzas del sindicato».

Además de la decisión de los delegados, la dirección del sindicato también espera un informe de un comité de ética de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicio (Fuecys) por lo actuado durante la negociación por la quita de beneficios en Tienda Inglesa. El análisis del comportamiento también incluye al presidente de Fuecys, Favio Riverón y al secretario general, Miguel Eredia.

Ese reporte puede sugerir que los sindicalistas sean sancionados, por ejemplo, con la suspensión de los derechos de afiliación durante un tiempo determinado o incluso la expulsión del sindicato. Pero para esta última posibilidad debería constatarse una falta grave.

 

El principio del fin

Los primeros problemas comenzaron a comienzos de año cuando la dirección de Tienda Inglesa comunicó su intención de aplicar algunos recortes en los beneficios que recibían los trabajadores. Uno de los principales era el reintegro a los funcionarios por concepto de devolución del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Si el monto a descontar mensualmente por el tributo era superior al 6% del salario del trabajador la empresa reintegraba la diferencia. En el comienzo de las negociaciones la firma planteó la eliminación de ese beneficio. Finalmente eso fue aceptado pero a cambio de una indemnización que se les abonará a los empleados hasta en 36 cuotas.

El 22 de junio, el sindicato de Tienda Inglesa y el presidente y secretario general de Fuecys firmaron un preacuerdo con la compañía donde se establecían cuáles beneficios quedarían sin efecto. Y allí se comenzaron a crispar los ánimos de los trabajadores del supermercado. Cuatro días después una asamblea con más de 900 participantes. donde no faltaron gritos, insultos y empujones, rechazó lo acordado.

Entonces empezó una nueva etapa de negociación que terminó con la rúbrica de un nuevo documento el 19 de julio que esta vez sí fue aceptado en asamblea, pero durante el mes transcurrido las recriminaciones hacia los que participaron en representación de los trabajadores continuaron. Los delegados de las sucursales del supermercado reclamaron tener mayor participación en el diálogo con la empresa.

La firma del acuerdo sin la pérdida de puestos de empleo no mejoró el humor de los funcionarios. Y una muestra de eso fue la carta enviada al departamento de recursos humanos del supermercado comunicando la desvinculación de todos los directivos del sindicato.

Fuente