La tuberculosis es algo muy serio, tanto como para ser una enfermedad que afecta a los pulmones y que hoy en día todavía mata a más de un millón de personas al año en todo el mundo. Sin embargo, a veces el dolor no viene de donde uno cree.
Actualmente, se estima que alrededor de una cuarta parte de la población mundial está infectada con la bacteria de la tuberculosis, y esto no significa que se hayan enfermado. De estos casos, escribe la OMS, alrededor del 5 al 10 por ciento tienen la posibilidad de contraer la enfermedad, particularmente si tu sistema inmunológico está debilitado.
De hecho, si no se trata, el 45 por ciento de las personas enfermas de tuberculosis morirán, y casi todas las que también son VIH positivas al enfermarse. Así que la tuberculosis sigue estando entre nosotros, aunque como decimos, a veces no es lo que parece.
El caso se ha publicado en el National Library of Medicine y cuenta el relato de una mujer de 27 años que llegó al hospital con tos, fiebre y mucosidad espesa que había persistido durante seis meses.
Cuatro meses antes le habían recetado antibióticos y tratamiento antituberculoso que parecía no tener ningún impacto en sus síntomas. Según explican los médicos del caso:
El esputo (secreción que se produce en los pulmones) de la maestra de escuela se examinó para detectar tuberculosis y resultó negativo. Sin embargo, cuando le escanearon el pecho, encontraron una lesión en el lóbulo superior derecho de sus pulmones. Tras una investigación adicional, parecía ser “una estructura en forma de bolsa invertida” sentada “en el bronquio”.
Retrospectivamente, tanto el esposo como la esposa aceptaron haberse sometido a una felación. Podían recordar que el condón se había aflojado durante el acto, y en ese momento, la señora también había experimentado un episodio de estornudos o tos.
Tal y como explican, posiblemente el diagnóstico del problema se retrasó por varios factores como la vergüenza (la pareja pudo haber dudado en revelar lo que había sucedido), la edad de la paciente (no consideraron la inhalación de un cuerpo extraño como una posible explicación desde el principio), o simplemente que un condón no entraba en lo “probable” para que hubiera sido la causa de la lesión pulmonar.
El caso ha sido descrito como único en su tipo formando parte de la literatura médica. [National Library of Medicine via IFLScience]
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