Sin honores, dice el Ministerio

Dos disparos a quemarropa segaron la vida del cabo policial Wilson Eduardo Coronel da Costa. Hacía dos semanas que trabajaba haciendo la seguridad de la pizzería ubicada en la calle 26 de Marzo y Buxareo, en pleno Pocitos, confirmó a El País el propietario del comercio, Mauricio Colominas.

El policía acababa de celebrar su cumpleaños número 44. Pertenecía al Grupo de Reserva Táctica (GRT) y tenía 21 años de servicio en la Jefatura de Montevideo. Estaba separado y tenía tres hijos. La mayor vive en Rocha y los otros dos, que tienen 14 y 11 años, viven en la ciudad de La Paz, Canelones, según dijeron compañeros del funcionario fallecido.

Su deceso provocó sentidas muestras de consternación en las distintas ramas de la familia policial. Todas las agrupaciones sindicales y sociales de funcionarios de la seguridad pública hicieron saber su dolor.

Sin embargo, no habrá honores policiales en su memoria. El protocolo vigente indica que la pompa corresponde a los casos en que los efectivos caen en «acto directo de servicio».

El cabo fallecido cayó bajo las balas de un delincuente mientras realizaba una tarea «irregular», según expresó el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez.

Desde la sesión del Consejo de Ministros desarrollada en Ramón Trigo, Cerro Largo, recordó que «por ley» los policías no pueden realizar tareas de seguridad por fuera de su horario normal de trabajo, salvo las definidas por el artículo 222.

Coronel no estaba haciendo un servicio de ese tipo. «Estaría desempeñando una tarea de seguridad no autorizada y sin las medidas de protección que el Ministerio (del Interior) recomienda», señaló Vázquez.

Según el jerarca, en algunos casos los policías son contratados por parte de empresas para cumplir otras funciones cuando en realidad hacen tareas encubiertas de seguridad. En ese caso «el funcionario está mucho más expuesto», dijo.

«Si bien hay una parte de responsabilidad del funcionario, también hay una responsabilidad del empleador que emplea a funcionarios para una tarea que no está autorizado», aseveró Vázquez.

El dueño de la pizzería, Mauricio Colominas, señaló que contrató a Coronel mediante «una persona que sabe de seguridad» que se lo presentó. Destacó que hace un año que instaló el negocio y que nunca lo habían asaltado. No obstante, sus vecinos han sido afectados por la delincuencia.

«Estamos muy conmovidos, llamamos a su familia para ponernos a las órdenes. Hoy (por ayer) no abrimos, estamos de duelo», señaló el comerciante.

Anoche diversas fuentes del Ministerio del Interior mencionaron a El País la posibilidad de aplicar en este caso la ley de «responsabilidad empresarial». El dueño del comercio «no proporcionó al policía chaleco antibalas o algún otro equipamiento de seguridad; el policía murió trabajando para él», aseguró un informante que pidió preservar su nombre.

En la noche de ayer el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, fue consultado al respecto y prefirió no hacer comentarios.

Mientras tanto, el jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez, aseveró a El País que «hay una responsabilidad por parte del contratante».

Para el funcionario, la forma en que se contrata el servicio determina que el policía se encontrara en un estado de «indefensión».

«No estaba con los medios de protección de cualquier policía, como chaleco o el propio uniforme. Como no estaba contratado regularmente, la Policía no sabía que se encontraba en ese sitio y no contaba con equipo de comunicación», dijo.

Miguel Barrios, secretario de asuntos legales del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU), recordó que la ley orgánica vigente establece la «indivisibilidad y permanencia en la función» y determina que el funcionario tenga «obligación de actuar ante un delito flagrante como en este caso».

Reacciones.

Los dichos de Vázquez cayeron mal en diversos ámbitos. Patricia Rodríguez, presidenta de la Unión de Sindicatos Policiales, señaló a El País que el comentario de Vázquez está «fuera de lugar, en un momento tan doloroso para los policías».

La sindicalista aseguró que la familia del uniformado quedó «totalmente desamparada».

El senador nacionalista Luis Lacalle Pou escribió en las redes sociales que «lo mínimo que puede hacer un gobernante en estos momentos es lamentar de corazón lo sucedido y reconocer errores».

Por su parte el senador Jorge Larrañaga mostró su molestia en Twitter: «Un policía ejecutado. Un criminal suelto. Un vice Ministro que no mide lo que dice. Una familia arruinada. Hay que poner mano firme y justa».

Desde el Partido Colorado el senador Pedro Bordaberry afirmó: «esto es indignante e insensible Sr. subsecretario: lo mataron y lo que estaba haciendo no justifica que lo asesinen».

El también colorado José Amorín Batlle escribió: «en horas, tres asesinatos y un secuestro. Pero Jorge Vázquez, haciendo de Bonomi, opina del Policía muerto y el dueño del local. Lamentable».

El abogado de la Unión de Sindicatos Policiales, Washington Abdala, propuso cadena perpetua para homicidios co-mo el de Coronel. Entiende que en este caso hubo «maldad» y un «comportamiento psicopático» donde el victimario dispara «como si sacara una caja de cigarrillos».

Horrorosa tragedia humana por unos pesos

El cabo Wilson Eduardo Coronel da Costa se encontraba dentro de la pizzería de 26 de Marzo y Buxareo cuando un desconocido con el rostro cubierto ingresó al local con un arma en la mano. El delincuente exigió el dinero al cajero y el policía sacó su arma de reglamento. El asaltante realizó dos disparos. Uno alcanzó el pecho del efectivo y el otro, la cabeza. Con el policía en el piso, el delincuente tomó el dinero de la caja y huyó. Sus restos serán sepultados hoy a la hora 11.00 en el cementerio de La Paz

Otra muerte ante cámaras

La ciudad está sembrada de cámaras de videovigilancia. De hecho, una de las tareas de la Policía para localizar al asesino de Coronel es revisar los equipos de filmación de la zona y los alrededores, según dijo a El País el jefe de Policía, Eduardo Pérez. Varios crímenes recordados fueron registrados en directo. Uno de ellos fue el del pizzero de La Pasiva en 2012. Hay otros más recientes, como el homicidio de un joven en una parada de ómnibus en avenida Italia ocurrido durante el pasado mes de marzo. Ahora quedó filmado el asesinato de un agente policial que hacía guardia en una pizzería.

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