Planta de General Motors incautada por Maduro

General Motors (GM) ha cesado sus operaciones en Venezuela después que su planta de Valencia fuera confiscada por las autoridades, bloqueados sus accesos y hayan sido retirados los vehículos de sus instalaciones.

La planta de GM fue «fue inesperadamente confiscada por parte de las autoridades públicas, impidiendo las operaciones normales», dijo el fabricante de automóviles con sede en Detroit en un comunicado. La empresa «rechaza firmemente las medidas arbitrarias adoptadas por las autoridades y tomará enérgicamente todas las acciones legales dentro y fuera de Venezuela para defender sus derechos», señaló.

Según informa El Universal, el Juzgado tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Zulia notificó un amplio embargo sobre los bienes de General Motors Venezolana.

Según el diario venezolano, General Motors no descarta que también se vean afectadas por el embargo sus cuentas bancarias en el país.

General Motors argumenta que el embargo es «improcedente, absurdo, fuera de la lógica jurídica y del debido proceso» y que está «tomando todas las medidas legales a su alcance con el fin de proteger los derechos de sus trabajadores y de sus bienes».

El fabricante de automóviles realizará pagos de separación a los trabajadores de acuerdo a la ley venezolana, según ha comunicado. La compañía empleaba a 2.678 trabajadores, y el fabricante tenía 79 distribuidores en el país con más de 3.900 trabajadores.

El cierre de la planta de GM se produce en medio de manifestaciones masivas en las calles de Caracas y otras ciudades venezolanas contra el presidente Nicolás Maduro, en lo que constituye la mayor muestra de oposición a su gobierno en meses.

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