La Jefatura de Policía de Montevideo solicitó a sus dependencias que extremen «medidas de seguridad» en las unidades donde se guarden armas de fuego por «posibles atentados en forma simultánea», informó Subrayado. Este domingo, Montevideo Portal publicó una carta enviada a todas las seccionales, a la Dirección de Información Táctica, la Dirección de Violencia Doméstica y Género y la Dirección de Coordinación Administrativa por el subjefe de Policía de Montevideo, Walter García, con la solicitud.
En la carta –que tiene fecha del viernes10 de febrero- el subjefe informa que la amenaza de robos simultáneos de armas surge «de acuerdo a información recibida de la Dirección General de Información e Inteligencia Policial».
A su vez, una misiva similar fue enviada a dependencias del Ministerio de Defensa. En la carta, a la que accedió El Observador, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Juan José Saavedra, indica que «existe información de fuentes confiables de que delincuentes con profusos antecedentes, con fecha de liberación a corto plazo, estarían planeando la obtención de armas largas».
Saavedra exhorta a «incrementar los niveles de control y seguridad del armamento portátil y su munición» y pide que exista un «intercambio de información» entre quienes se encuentran en las dependencias con armas para «minimizar riesgos».
Según pudo saber El Observador, los informes de Inteligencia hacen referencia a personas que hacían vigilancia y seguimiento de unidades policiales y militares. Muchos de los datos que surgieron para la investigación provenían de adentro de las cárceles.
La carta enviada por Saavedra detalla que fueron creados perfiles de Faceebok falsos para contactar a integrantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía y «obtener información referente al armamento utilizado» y cómo y dónde obtenerlos. Además, destaca que la probabilidad de que el robo se lleve adelante es «media-alta».
Algunos casos
En febrero del año pasado, una serie de ataques a unidades militares para robar armas puso en alerta a la Policía y las Fuerzas Armadas. Según había informado El País en esa oportunidad, uno de los casos fue en el cuartel de Artillería de Trinidad (Flores), donde un soldado fue atacado a balazos pero pudo reducir al atacante.
El hombre confesó ante la Policía que le ofrecieron $ 10 mil para que entrara al cuartel a robar un rifle. El arma era similar a la que había sido robada el mes anterior, en enero de 2016, del Batallón de Infantería 1 de Punta de Rieles.
En ese robo, la Policía de Montevideo logró identificar a un efectivo del Ejército Nacional como uno de los integrantes del grupo de delincuentes que llevó adelante el robo. La hipótesis manejada por la Policía era que el militar había pasado el dato de los fusiles de los guardias que custodiaban el batallón estaban descargados.
El entonces ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, aclaró que los funcionarios militares que vigilaban el Batallón Florida cuando fue robado no contaban con municiones en sus armas debido a una orden de algunos años atrás luego de un «suicidio e intento de suicidio» en la unidad. Finalmente, el militar que prohibió el uso de balas en esa unidad fue removido de su cargo.
También en enero de 2016, hubo dos robos de armas en la unidad de Infantería 1, donde se encuentra el batallón Florida y dos intentos más a otras unidades militares que no llegaron a concretarse. Pocas semanas después, un hombre armando intentó ingresar en el mismo predio militar donde se habían robado dos fusiles. También hubo un intento de asalto en la Escuela Militar de Toledo.
Entre 2009 y 2011, seis militares fueron procesados por robos de armas y 19 armas de alto poder desaparecieron de los arsenales militares.