MUERTE DE UNA CHARRÚA EN TREINTA Y TRES

NUEVO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE UNA CHARRÚA EN TREINTA Y TRES

Este martes 16 de agosto se cumplen  81 años de la muerte en Treinta y Tres, de una de las sobrevivientes del episodio histórico conocido como “la matanza de Salsipuedes”, ocurrido el 11 de abril de 1831. El 16 de agosto de 1935, con más de cien años de edad, falleció en la ciudad de Vergara, a unos 60 kilómetros de la ciudad capital del departamento de Treinta y Tres, la charrúa Lucía Castillo.

Ignoramos cuál era su nombre original, ya que los documentos que la identificaban fueron expedidos con un nombre “cristiano”, asignado por las autoridades de la época como era la práctica de aquellos días en que la iglesia católica se encargaba del registro civil y era la religión oficial del estado.

Se pudo establecer, de acuerdo al libro de Matrimonios número 1 Folio 309 de la Parroquia San José Obrero de Treinta y Tres, que Lucía Castillo el día 23 de julio de 1873 se casó con el italiano Benedicto Pisso, de «34 años- hijo legítimo de Lorenzo Pisso y María Cana, difuntos, nativos todos de Italia». Por su parte a ella la identifica como de «31 años (muchos menos de los que realmente tenía) , brasilera,hija natural de Cándido Castillo y de Juana Ruiz, nativos de este Estado y ya difuntos». Todos los involucrados residían en Corrales (hoy ciudad José Pedro Varela, Departamento de Lavalleja) y fueron testigos: Abel Díaz y Andrea Terra, de acuerdo a todo lo suscrito por el Cura Ramón Rodriguez.

Asimismo el sacerdote aludido hace constar en sus registros que esta charrúa fue la madre de Ramona del Puerto, hija natural de Fructuoso del Puerto, el Alcalde muerto en un confuso episodio registrado en el centro de la Plaza «19 de Abril» en 1873.

Agradecemos los datos aportados por nuestro amigo Jorge Muniz, historiador vergarense, quien sigue rastreando la descendencia de esta mujer que según numerosos testimonios, indudablemente tenía rasgos indígenas y se enteró por relatos posteriores, que había sido una de las niñas entregadas a familias pudientes de Montevideo como sobreviviente de la operación de exterminio charrúa emprendida por las flamantes autoridades uruguayas en una acción de terrorismo de estado que mancha nuestra historia nacional.

Los restos de Lucía Castillo descansan en el nicho número 18 del cementerio de Vergara, donde hay una placa que la recuerda, que fuera colocada por la Asociación Cultural Vergarense, el 18 de mayo de 2016.

>Aníbal Terán Castromán