Amenazados

Los trabajadores de Arrozal 33 se declararon en conflicto esta semana, denunciando la violación de libertades sindicales.

Instalaron un campamento sindical en Ruta 18 y camino Arrozal Treinta y Tres.

Las medidas de fuerza tienen su origen en la sanción de la empresa a dos trabajadoras tras ejercer su derecho a licencia sindical, aduciendo que no había sido debidamente solicitada.

El pasado 10 de diciembre, dos trabajadoras solicitaron licencia sindical con 48 horas de antelación, tal como marca el convenio, para concurrir a una asamblea de la Unión Nacional de Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), donde se discutiría entre otras cosas la posición de los arroceros de cara al Consejo de Salario.

Su ausencia fue sancionada por la empresa con tres días de suspensión.

Los trabajadores generaron una plataforma de reivindicación, a la que se agrega la necesidad de llegar a un acuerdo en materia salarial tras el retiro de las empresas de las mesas de negociación, y el envío de una de esas delegadas sindicales a seguro de paro.

Con esta plataforma fueron a comunicar a la patronal que comenzaban un paro, que se convirtió en campamento sindical cuando los delegados fueron agredidos físicamente por los empleadores.

En esa oportunidad un delegado fue tomado del cuello y sacudido violentamente. En otra instancia, otro trabajador había sido amenazado con un cuchillo por un patrón.

Ambos eventos fueron denunciados a la policía, y el sindicato aduce que las amenazas físicas se repiten de un tiempo a esta parte.

El acatamiento de los trabajadores a la medida de paro es casi total, y la actividad de la empresa se vio fuertemente diezmada.

En Arrozal 33 trabajan unos 700 trabajadores, más de 300 en el sector cultivo, según explicó a Subrayado el dirigente Marcelo Amaya.

Según relató a La Diaria el dirigente Amaya, la empresa hizo varias denuncias policiales contra el campamento, incluso por la presencia de ómnibus cuando estaban realizando una asamblea. Esto, según dijo Amaya a La Diaria, constituyó “un hecho distorsionante del normal funcionamiento de la asamblea”.

Actualmente ambas partes negocian en la Dirección Nacional de Trabajo (DINATRA), y recién este viernes llegaron a un preacuerdo.

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