Todavía no se conocen las causas del accidente aéreo que este martes costó la vida a 71 personas en el avión que transportaba al equipo brasileño del Chapecoense rumbo a Medellín, de momento solo se sabe que poco antes de estrellarse el piloto notificó un problema eléctrico que no revestía el máximo nivel de emergencia.
Según informa este miércoles el diario El Mundo, el avión de la compañía Lamia, un avro RJ85 conocido como ‘Jumbolino’ por ser el modelo más pequeño del famoso Jumbo, entró en el espacio aéreo del aeropuerto José María Córdova de Rionegro a las 21:42 hora local.
El capitán informó a 50 kilómetros de problemas técnicos (supuestamente eléctricos) y pidió a la torre permiso para aterrizar. Lo hizo declarando ‘prioridad’, pero sin activar el ‘nivel de emergencia’. Este último es el nivel más grave y, por lo tanto, el que prevalece en caso de que haya dos aviones con problemas acercándose a un aeropuerto. Fue lo que sucedió la noche de los hechos.
Un vuelo de la compañía colombiana Viva Colombia reclamó el citado ‘nivel de emergencia’ poco después de la petición del avión del Chapecoense. La torre de control dio a este avión preferencia en el aterrizaje frente al del equipo brasileño y reclamó al comandante de la nave siniestrada que diera algunas vueltas de aproximación a la espera de que el otro aparato tomase tierra.
Después de un par de giros y descender de 15.000 pies a 7.000 en sólo 11 minutos, el avión del Chapeconese perdió contacto con el aeropuerto. A las 22:15 se le dio oficialmente como extraviado. ¿Qué pasó en ese tiempo?
Ximena Suárez, la azafata superviviente, ha relatado que el comandante apenas informó del fallo eléctrico, liberó combustible para que, en caso de accidente, el avión no estallase. Es una práctica habitual en la aviación civil. Una de sus pautas de seguridad.
El problema, barajan las autoridades, es que quizá calculó mal la cantidad de combustible que le quedaba. Según los primeros indicios, la nave tenía autonomía para 2.965 kilómetros y realizó diez más, 2.975.
En caso de que no hubiera fallado en el cálculo, ¿por qué no activó el comandante el ‘nivel de emergencia’ para lograr la prioridad de la Torre y así asegurarse que no se quedaba sin combustible? Una hipótesis apunta a motivos económicos.
Con el fin de asegurarse que el ‘nivel de emergencia’ no se usa a la ligera, se fijan unas ‘multas’ por reclamarlo, una cantidad mayor que si solo se reclama ‘prioridad’. El piloto (uno de los dueños de la compañía Lamia), quizá quiso evitar ese coste y por eso no reclamó un aterrizaje inmediato. De haberlo hecho puede que hubiera evitado la tragedia.
Concluye el rescate de los cuerpos
Mientras sigue la investigación, las autoridades colombianas han concluido la operación de rescate de los restos mortales de las 71 personas que perdieron la vida en el accidente del avión. «Se cierra operación búsqueda y rescate: 71 cuerpos recuperados y 6 sobrevivientes», ha explicado Carlos Iván Márquez, del departamento de prensa de la Presidencia de Colombia.
El avión de la compañía Lamia que trasladaba a los jugadores del equipo brasileño Chapecoense se estrelló en lunes por la noche en la zona del Cerro Gordo de la Unión, en el departamento de Antioquia. A bordo viajaban 77 personas, entre jugadores, acompañantes, técnicos, periodistas y tripulantes, de los que solo han sobrevivido seis. La Fuerza Aérea de Brasil ha enviado un avión para repatriar los cuerpos cuando se complete su identificación en Colombia.
Un piloto de la línea Avianca cuenta su impotencia ante la situación
El piloto que también se encontraba esperando autorización para aterrizar señala que se encontraba a 21.000 pies de altura cuando desde la torre de control se le solicitó que esperara y descendiera a 19.000 pies para que pudiera aterrizar un avión de la aerolínea Viva Colombia que se había declarado en emergencia.
«Mientras el Viva Colombia aterrizaba, el RJ85 (avión de Lamia que transportaba al Chapecoense) estaba arriba de nosotros dando vueltas también», señala el piloto. «De repente le dijo a la controladora ‘solicitamos prioridad para proceder a la pista, tenemos problemas de combustible’. En ese momento no se declaró en emergencia. La controladora le dijo ‘tenemos un Viva Colombia en emergencia, no se puede proceder’ y él dijo ‘procedemos, procedemos, tenemos problemas de combustible’ y se metieron para abajo».
En ese momento, la controladora le solicitó al avión de Avianca que «vire a la izquierda», momento en que el avión del club brasileño «se fue hacia abajo, nosotros vimos incluso las luces del avión cuando pasó bajando», relató.
El aviador continuó indicando que «el man (el piloto) cuando empezó a bajar declaró la falla de que tenía problemas de combustible, entonces la controladora le dijo ‘proceda al localizador’ y el man se fue para allá».
«Cuando la controladora le dijo que informe el problema que tenía, el man le dijo ‘¡Ahora tenemos falla total eléctrica, tenemos falla total eléctrica, vectores para proceder a la pista!'». Ante esto, la controladora le dijo que «no lo tenía en el radar».
«El man decía ‘¡Ayúdennos!, ¡Vectores para proceder a la pista!’, ya con una voz desesperada, atrás el comandante gritaba: ‘¡tren abajo!’. Nosotros nos quedamos callados. la controladora le dijo: ‘usted se encuentra en el radial 180 con 9.000 pies a 8 millas’, que es el vector más o menos”, señaló.
«Yo me acuerdo que estaba recostado en la mesa diciendo ‘dale hijo de puta, háganle, háganle, lleguen’, y dije ‘hijo de puta están en el VOR con 9.000 pies, se van a quebrar el culo’ y el man «ayúdennos, vectores, vectores para proceder a la pista, vectores’ y ahí se paró la cosa».
El piloto de Avianca contó que en ese momento oyó a la controladora llorando y él también comenzó a llorar. Más adelante dijo que escuchó a la torre de control llamando al vuelo RJ85 y el silencio del otro lado. «Fueron muchas comunicaciones, fueron dos minutos súper tensos del man pidiendo ayuda», explicó.
Puede escuchar el Audio del piloto de Avianca
