En esta casa ubicada en la calle Ituzaingó entre Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe de la ciudad de Treinta y Tres, vivió la familia integrada por Julio Fernández y Orfila Bardesio, dos Profesores de educación secundaria, y sus cuatro hijos: Gabriel, José, Cecilia y Pablo.
Con motivo de cumplirse este 2022 los cien años de su nacimiento, la Profesora Orfila Bardesio, reconocida escritora que fue distinguida en cuatro oportunidades con el Premio Nacional de Literatura, será recordada muy especialmente en la próxima edición de las jornadas que anualmente organiza el IFD, “Las voces de un lugar al Este”, a realizarse los días 9 y 10 de setiembre.
Para el homenaje se espera contar con la presencia de algunos de sus hijos a quienes ya se ha cursado una invitación especial. Como parte del trabajo preparatorio del acto, se han recogido varios testimonios de personas que la conocieron. Como adelanto les comparto dos.
Graciela Batista recordando sus tiempos de estudiante:
“Los dos fueron profesores míos, pero más que nada frecuentaba su casa porque fuimos compañeros de clase además con Gabriel, su hijo. Mi memoria ya no es muy buena pero recuerdo que tenía unos grandes y hermosos ojos, los cuales su esposo, gustaba describir siempre que tenía oportunidad. Ella era suave, no precisaba levantar la voz para llamar nuestra atención. Era poesía pura. Quizás ahora la veo de forma distinta, antes era la profesora, quizás no reconocía su verdadero valor poético. Sin lugar a dudas, los dos dejaron huellas que no se borraron, sino que se intensificaron con el transcurso del tiempo.”
Alba Cuello, quien en su niñez fue vecina del mismo barrio Artigas:
“Fui asidua concurrente a su hogar, ya que impartían Catecismo y acogían a niños muy vulnerables como lo fui yo. Además del catecismo nos prestaban libros de cuentos, cuando en aquella época era algo insoñado para nosotros hacernos de uno. De ahí salió mi afán por la lectura.
Mis recuerdos de ella no son muchos porque daba la casualidad que cuando nosotros llegábamos ella salía para dictar clase. Sé que era una señora muy amable, suave en su hablar, que daba la sensación de humildad y protección, la paz emanaba en su actitud. Recuerdo su hogar, su patio espacioso, su solidaridad, su familia.. y también recuerdo el único regalo de reyes que recibí en mi vida, que ella depositó en mis manos, que aún hoy me conmueve hasta las lágrimas.”
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Como pueden ver, la memoria popular conserva muy lindos recuerdos de un tiempo de gran actividad cultural en Treinta y Tres, que de algún modo serán reivindicados a través de la figura de Orfila Bardesio en la próxima edición de “Las voces de un lugar al Este”. ¡No se la pierdan!
Aníbal Terán Castromán
Agosto 20 de 2022