Existen millones de plantas y cada una de ellas tiene características que la hacen única entre las demás, como es el caso de Portulaca oleracea.
Esta planta, también conocida como verdolaga, tiene una gran extensión, es considerada como mala hierba, pero también representa una fuente de alimento en algunos países dónde es popular su consumo en sopas, ensaladas y como plato fuerte.
Es una planta rica en nutrientes, vitaminas y minerales, además de ser utilizada en la medicina tradicional China.
Suele crecer con facilidad y rapidez, aún en ambientes desfavorables y es este rasgo el que le ha hecho ganar ser objeto de estudio para enfrentar condiciones climatológicas que se han vuelto un serio problema y generan una gran preocupación para la población en general.
Uno de estos conflictos que aqueja al mundo entero es la escasez de agua, aunado a las altas temperaturas que se han registrado en diferentes partes, habiendo una reducción en los mantos acuíferos y reservas de este líquido vital, lo cual representa una señal de alarma para la producción de alimentos, siendo la agricultura una de las industrias que más requiere, como elemento fundamental el uso de este líquido.
Un estudio reciente ha mostrado interés en esta singular planta, pues se ha visto una alta productividad aún en condiciones extremas de disminución de agua, lo que podría mostrar a los expertos el inicio del camino para que se creen cultivos resistentes a las sequías.
El científico español José Moreno-Villena de la Universidad de Yale, en Estados Unidos se han dado a la tarea, junto con otro grupo de investigadores, de conocer más a fondo esta planta.
La forma en cómo es posible que la verdolaga siga siendo productiva aún en las condiciones mencionadas es gracias a su forma en cómo lleva a cabo la fotosíntesis; que es el proceso químico de la transformación de materia inorgánica a orgánica a través de la luz solar.
Existen diferentes tipos de fotosíntesis, la más popular en el reino plantae es la fotosíntesis C3 y se lleva a cabo en condiciones óptimas como sería abundante agua, tierra y luz solar, si alguno de estos elementos no fuera el idóneo el desarrollo de la planta se podría ver comprometido.
Otro tipo, producto de la evolución, es la fotosíntesis C4 que permite a las plantas llevar a cabo este proceso bioquímico aún en condiciones de escasez de agua y, por último, existe la fotosíntesis conocida como CAM o de metabolismo ácido.
Tanto la fotosíntesis C4 como CAM (CCM) actúan como mecanismos de concentración de carbono (MCC) que mejoran las pérdidas de energía que provoca la fotorrespiración, producto de un estrés hídrico.
De acuerdo con los expertos, ambos CCM ha reutilizado enzimas metabólicas que están presente en todas las plantas, pero cambia la manera de aislar y crear un ambiente enriquecido con CO2.
A pesar de ser un proceso llevado por todas las plantas, esta especie tiene una manera peculiar de realizar la fotosíntesis juntando dos aspectos que raramente se ven fusionados y gracias a ello suele crecer con facilidad y rapidez, aún en condiciones desfavorables.
La verdolaga logra fusionar ambos tipos de fotosíntesis (CCM) y no se comprendía la forma en cómo podían existir los dos sistemas en una misma hoja, que ahora se sabe funcionan en los mismos tipos de células y comparten maquinaria, haciendo posible su integración bioquímica.
De esta forma le permite a la planta ocupar C4 cuando las condiciones son buenas y si existe algún tipo de estrés cambia a CAM que es la encargada de suministrar recursos a C4, favoreciendo que este ciclo pueda continuar y seguir con su producción.
El científico Moreno-Villena espera que se pueda implementar este hallazgo en la producción de cultivos que requieran una menor cantidad de agua, para hacer frente a las condiciones de cambio climático que se están enfrentando.
Todos los detalles: Science Advances.
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