La noche del 24 de agosto, no es una noche más en Uruguay. Se trata de una instancia de celebración instalada en el calendario nacional y sus fiestas y propuestas, uno de los eventos que mayor movilidad y convocatoria generan tanto en jóvenes como en adultos.
Dado el contexto sanitario que atraviesa el país hace más de un año y medio, esta edición de la noche de la nostalgia adquiere otro significado, representa una nueva etapa de la pandemia, de evidente apertura y de un escenario epidemiológico de control de virus, a lo que se le suma haber llegado el mismo 24 de agosto, al 70 % de personas con dos dosis de la vacuna contra covid-19.
Si bien el contexto resulta alentador, la alta exposición, movilidad y circulación comunitaria aún implican un riesgo sanitario. Por ello el Ministerio de Salud Pública exhorta a cumplir con los protocolos y recomendaciones para evitar riesgos y mitigar daños a asistentes y trabajadores.
Bajo este marco, la División General de Fiscalizaciones del Ministerio de Salud Pública, con apoyo del Ministerio del Interior y de la Intendencia Montevideo, desarrolló un operativo con el fin de asegurar el cumplimiento de los protocolos y recomendaciones sanitarias para eventos y fiestas, que entraron en vigencia el 23 de agosto.
Equipos formados por las autoridades de la Dirección General de Fiscalizaciones e inspectores del Ministerio de Salud Pública recorrieron distintos puntos de la capital y parte de Canelones, desde las 21:00 hasta cerca de las 4:00 de la madrugada.
El itinerario se diseñó con el objetivo de abordar los puntos neurálgicos de movimiento nocturno: Pocitos y Parque Rodó, Rambla, Luis Alberto de Herrera, Carrasco, Ciudad de la costa, Prado.
El equipo fiscalizador controló que el ingreso del local sea visible, la constatación del certificado de vacunación en donde se exigía, la ventilación del lugar mediante el control de niveles de CO2, el aforo acordado, el uso de tapabocas y el cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas: distancia entre mesas, limpieza y desinfección luego de cada servicio, tipo de servilleta utilizado, disponibilidad de jabón, alcohol en gel y papel descartable para secado de manos en los sanitarios, entre otros ítems, detallados en una planilla guía, que especifica las recomendaciones realizadas por la Dirección General de la Salud.
Las observaciones de realizadas se concretaron en situaciones de dificultad de flujo de personas en áreas puntuales de un local, en control de calidad de aire por niveles de CO2, en control de tabaco y en reuniones particulares.
Se relevó el acatamiento de los protocolos y se verificó que se cumplieron, tanto en los locales que generaron eventos, como en los restaurants. “En algunos lugares donde hubo mayor concentración y se detectó que el nivel de CO2 estaba alto, sugerimos que se abran las ventanas y ventilen. Los fiscalizadores hicieron las recomendaciones y los organizadores cooperaron, los locales se mostraron colaborativos”, señaló la Directora.
Algunos vecinos advirtieron sobre reuniones privadas, y cuando el personal del MSP llegó al lugar, los propietarios respondieron de inmediato a las medidas solicitadas por el Ministerio.
No se detectaron situaciones de complejidad que ameritaran la intervención del Ministerio del Interior y respecto a las fiestas clandestinas, hasta ahora no llegaron partes del Ministerio del Interior, asegura la Directora de la unidad.
A la hora de definir el tipo de sanciones y multas, intervienen muchos factores, sobretodo el riesgo sanitario que implica el incumplimiento. “Se debe evaluar caso a caso y se multa al lugar o al organizador, según la situación”, detalla la representante de fiscalizaciones de la cartera.
Según el artículo 396 de la Ley 19.924, el monto de las multas puede ir desde 10 a 50.0000 UR (Unidades Reajustables). “Estas multas son las sanciones que puede aplicar el MSP, en el marco de la fiesta de la nostalgia, o en otra circunstancia, tanto en contexto Covid-19 o no, se trata de un criterio general”.
Durante la noche del 24 de agosto, no hubo situaciones que hayan determinado multas. Muchas de los incumplimientos que se detectaron entraron en la órbita de lo que el ministerio planteó como recomendaciones, no como obligaciones sancionables.
A modo de conclusión, hubo acatamiento de los protocolos y disposiciones que se establecieron para llevar a cabo los eventos y fiestas. No se generaron multas, hasta ahora, sino “algunas situaciones puntuales a revisar”.
“Las empresas que se habilitaron para trabajar ayer tenían el ánimo de cumplir, y se trabajó con absoluta cooperación entre los organizadores y el Ministerio”, concluyó la Directora.
En el interior del país también se desarrolló un operativo de fiscalización. En distintas localidades de los departamentos de Canelones, Soriano, Cerro Largo y Maldonado se reportaron fiestas clandestinas, cuyos informes están en proceso y serán elevados oportunamente a la unidad fiscalizadora del Ministerio.
Según la Directora General de Coordinación, responsable del monitoreo del operativo, los Directores de Salud Departamentales calificaron a la noche del 24 como “tranquila, y sin problemas”, en concordancia con lo ocurrido en la capital. Se detectaron observaciones menores, pero al margen de estas, se cumplieron los protocolos y en todos los casos se destacó el esfuerzo de los organizadores por cumplir con las normativas y recomendaciones realizadas por el Ministerio de Salud Pública.