Muchos, entre los que me incluyo, no lo sabíamos, pero en nuestra mano no está el futuro de una nación en medio de una pandemia. El Public Health England perdió cerca de 16.000 resultados de pruebas de Covid de sus ciudadanos. La razón: el límite de 1.048.576 filas en Excel de Microsoft.
Un error gravísimo que llevó a que 15.841 pruebas positivas se dejaran fuera de las cifras diarias oficiales. Peor aún, significa que 50.000 personas potencialmente infecciosas podrían haber sido pasadas por alto por los rastreadores de contacto y no se les dijo que se autoaislaran.
El ministerio de Sanidad del Reino Unido era el responsable de recopilar los resultados de las pruebas de los laboratorios públicos y privados, y de publicar las actualizaciones diarias sobre el recuento de casos y las pruebas realizadas.
Sanidad dijo ayer que los miles de casos “perdidos” se dieron entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.
Los medios afines al partido conservador del gobierno se lanzaron a culpar a Excel, pero el programa tiene límites, la realidad es que el gobierno debería invertir en usuarios capacitados y programas de control adecuados.
Tal y como cuenta The Guardian, un laboratorio había enviado su informe de pruebas diario a Sanidad en forma de archivo CSV, el formato de base de datos más simple posible formado por una lista de valores separados por comas. Luego, ese informe se cargó en Microsoft Excel y las nuevas pruebas en la parte inferior se agregaron a la base de datos principal.
Sin embargo, mientras que los archivos CSV pueden tener cualquier tamaño, los archivos de Microsoft Excel solo pueden tener 1.048.576 filas de largo o, incluso peor, ya que en versiones anteriores que Sanidad podría haber estado usando el límite es 65.536.
Cuando se abre un archivo CSV más largo que el número de filas máximo, las filas inferiores se cortan y ya no se muestran. Eso significa que, una vez que el laboratorio había realizado más de un millón de pruebas, era solo cuestión de tiempo antes de que Sanidad no pudiera leer sus informes.
Gizmodo