Esta División ya se expidió al respecto en abril del corriente año. A pedido de parte interesada se realizó una nueva revisión de la evidencia científica disponible hasta la fecha de hoy. Se realizó una actualización de la búsqueda de publicaciones científicas e informes en las principales bases de datos bibliográficas: Pubmed, Cochrane, CRD Database y Epistemonikos. Asimismo, se realizó una búsqueda en las principales Agencias de Evaluación de Tecnologías internacionales: NICE (Reino Unido), IECS (Argentina), CADTH (Canadá), INESSS (Quebec) y AEMPS (España).
A la fecha de hoy no existe evidencia científica de que los productos de dióxido de cloro sean seguros ni eficaces para el tratamiento de enfermedades, incluyendo COVID-19.
Por otro lado, existen múltiples reportes de efectos nocivos muy graves como consecuencia de su consumo:
- insuficiencia respiratoria
- arritmias cardíacas
- baja presión arterial mortal causada por deshidratación
- insuficiencia hepática aguda
- conteo bajo de células sanguíneas
- vómitos severos
- diarrea severa
Por estos motivos el Ministerio de Salud Pública recomienda fuertemente la no utilización de estos productos con fines médicos.