Asimismo, Olivera informó que debido a las bajas temperaturas la manga de insectos permaneció en el litoral del río Uruguay en territorio argentino, lo que permitió la acción por tierra y aire para combatirla. ¨Se utilizaron siete aplicadores terrestres y uno aéreo, lo cual permitió romperla, pero aún siguen circulando porcentajes de control, por lo que se sigue en vigilancia ante una alerta que pasamos a catalogar como amarilla¨
Consultado por la prensa, el director de la DGSA expresó que se habla de una reducción aproximada del 85% de la manga de langostas, pero que es muy dificultoso lograr una medición exacta, incluso de los reducidos grupos de control. Los mismos seguirán siendo fumigados con mochilas vía terrestre. Finalmente, Olivera agradeció el apoyo recibido por los productores de Salto, ante el posible ingreso de la amenaza y descartó algún tipo de daño a colmenas tanto en territorio uruguayo y argentino, debido a la fumigación de la plaga de langostas.
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