RECONOCIMIENTO NACIONAL PARA UN HIJO DE TREINTA Y TRES

Dejando de lado la polémica sobre si debería el nuevo gobierno mantener la decisión del anterior respecto  a dedicar al centenario del nacimiento de Mario Benedetti la edición 2020 del Día del Patrimonio, asunto sobre el que habrá bien fundamentadas posiciones a favor y en contra, creo que debemos asumir lo que significa esta distinción para el departamento.

Manuel Quintela nació en Treinta y Tres el 26 de julio de 1865. Fue uno de los ocho hijos de Julián Quintela Rodríguez y Olimpia Cassagne Prigbert. Se crío en la estancia “El Olimar” hasta que cuando tenía 16 años fallece su padre y su madre decide mudarse a Montevideo, donde el futuro médico descubre su vocación científica.

En 1886 cuando ya era practicante y como tal se alistó al servicio de la revolución que intentó derrocar al dictador Máximo Santos. Salvó su vida gracias a un gesto de compasión del Gral Máximo Tajes, ganador de la contienda, quien desobedeció la orden dictatorial de pasar a degüello a todos los sobrevivientes de la batalla de Puntas de Soto.

Se formó en Francia como otorrinolaringólogo, especialidad que ejerció en Montevideo desde 1891 fundando con el instrumental traído de Europa, la primera clínica del hospital Maciel.

A la par de su pasión por la medicina iba su compromiso político que lo llevó a ser Diputado por Treinta y Tres. A los 34 años ya era miembro del directorio del Partido Nacional. Ambas vocaciones se juntan cuando impulsa desde el Parlamento la construcción del edificio en el que aún funciona la Facultad de Medicina. También presenta o apoya varios proyectos  de Ley para mejorar la calidad de la formación médica en nuestro país, incluyendo la creación de la carrera de odontólogo y de químico farmaceútico.

Desde 1926 puso sus energías al servicio de la creación del Hospital de Clínicas, motivo por el que viaja a Estados Unidos y Francia para obtener pautas de construcciones adecuadas a lo ambicioso del proyecto. Precisamente en uno de esos viajes se le diagnostica en París un grave problema cardiaco que posteriormente sería el motivo de su muerte. El 14 de octubre de 1926 se aprobó la ley de creación del Hospital de Clínicas, se nombra la Comisión Honoraria encargada de su construcción, de la que Quintela será presidente hasta el 17 de diciembre de 1928, fecha de su fallecimiento sorpresivo mientras estaba en una reunión de autoridades universitarias. El 24 de diciembre de 1930 se colocó la piedra fundamental del impresionante edificio que lleva su nombre, cuya construcción llevó 22 años y sigue siendo el principal centro de formación para la medicina uruguaya.

Cabe mencionar que su agitada vida le permitió actividad gremial llegando a ser presidente de la “Asociación Rural del Uruguay”. Su compromiso con la educación pública lo llevó a ser elegido también presidente de la “Sociedad de amigos de la educación popular”.

Los actos centrales de homenaje al Dr Manuel Quintela serán los días 3 y 4 de octubre próximos, y en ese marco el departamento de Treinta y Tres asistirá al reconocimiento de uno de sus hijos que supo destacarse como científico y político.

 

Aníbal Terán Castromán