El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, agradeció este viernes 15 la articulación con los representantes de instituciones médicas y seguros privados, la Cámara de Emergencia Prehospitalaria, ASSE, Fepremi y las emergencias móviles por comprometerse con este convenio.
“El objetivo es mantener los resultados obtenidos hasta el momento en el combate a la COVID-19. Gran parte del éxito en la lucha está, sin duda, fundamentado en la toma de conciencia y de medidas drásticas y enérgicas desde el inicio, las que permiten mostrar resultados alentadores, pero es necesario no aflojar el músculo”, enfatizó el ministro.
Salinas señaló que el Ministerio de Salud Pública (MSP) tomó oportunamente el control de los establecimientos de larga estadía de personas mayores. “Hasta el momento, se realizó el test a más de 2.800 personas en los residenciales de adultos mayores, instancia que continuará con todo el personal”, aseveró.
“Si tenemos una actitud proactiva de diagnóstico temprano, tenemos las mejores condiciones para tratar a los pacientes, sabiendo que hay un 11 % que son portadores asintomáticos de COVID-19”, sintetizó.
En tanto, el presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Luis González Machado, puntualizó que el acuerdo trabaja en la prevención en los residenciales. Recordó el convenio entre ASSE, las instituciones mutuales y la Cámara de Emergencias Médicas Móviles, al que se incorporarán los seguros integrales. Es decir, que todos los prestadores del Sistema Nacional Integrado de Salud asumen un rol activo en la atención de los adultos mayores, afirmó.
Por su parte, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, explicó que el documento suscripto implica que la atención de los pacientes de los residenciales se dividirá entre prestadores públicos y privados, según el porcentaje de adultos mayores. En tal sentido,ejemplificó que en Rivera hay 23 residenciales y que ASSE estará a cargo de 14. Recordó que Fepremi atiende a la mitad de los pacientes oriundos del interior del país.
La atención consistirá en controles de salud con médicos y licenciados en enfermería y la realización de análisis de COVID-19 a una población que es frágil ante esta enfermedad. Hasta ahora se efectuaron 1.000 tests a personas que viven en residenciales, entre personas mayores y funcionarios, y ninguno confirmó la presencia del virus, afirmó.
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