El nuevo cuento del tío (deportado)

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Estamos ante una nueva modalidad en lo que se refiere al delito de estafa, pues una ciudadana del departamento de Maldonado, se comunicó con Crónicas del Este, para contar un intento de estafa que le hicieron el día lunes de la presente semana.

La mujer que se comunicó con nosotros y fue entrevistada, quiso permanecer en el anonimato, debido a que siente miedo de que estas personas, que según pudo saber ella, se encuentran en el Uruguay (por lo menos gran parte de ellos), tomen represalias contra su persona o su familia, ya que posee en todos sus datos. Resulta ser que la víctima de esta historia, tiene a su cuñado viviendo en los Estados Unidos y es una persona que por lo que nos contó, le gusta volver a nuestro país en forma inesperada. Así es que la protagonista de este caso nos decía, que estaba conversando con su cuñado, cuando el mismo le solicitó ayuda porque a causa de la pandemia en los Estados Unidos, lo habían deportado y estaba retenido y apenas podía hacer alguna comunicación telefónica.

La mujer nos contó que en determinado momento escuchó la voz de su cuñado, diciendo que necesitaba desesperadamente ayuda de ella, porque no tenía a quién recurrir y que tenía que poner un destinatario para sus maletas y que se le había ocurrido que ella se hiciese cargo de las mismas, porque allí llevaba sus ahorros de su estancia por Estados Unidos y le era muy importante de recibir el equipaje. Su cuñado le dijo además, que ahora sus maletas estaban en un aeropuerto de Bolivia y que prontamente, si aceptaba hacerse cargo de las maletas, se iban a poner en comunicación con ella.

La Señora aceptó la propuesta de su cuñado e inmediatamente, la llamaron por WhatsApp de un número del extranjero. Un hombre la estaba llamando y diciendo que era el encargado de un aeropuerto de Bolivia y que requerían sus datos para hacerse responsables de las maletas. La vecina de Maldonado, accedió telefónicamente a las supuestas autoridades del aeropuerto bolivianos y le dio todos sus datos.

Acto seguido, esa persona le preguntó: “¿Y quién se hace cargo del costo de las maletas? Porque esto tiene un costo”. En ese momento ella accedió a pagar por el envío de las maletas hasta Uruguay y tuvo que ir a girar 200 dólares por la empresa Western Union, en el shopping de Punta del Este.

Justamente, cuando esta mujer estaba terminando de hacer el giro, nuevamente la llaman por teléfono y una mujer desde Bolivia, que le dijo que era encargada de la Aduana del aeropuerto, le decía que habían encontrado 9 mil y pico de dólares en las maletas y varios celulares sin declarar.

Esa llamada se produjo desde otro número vía WhatsApp y le comenzaron a mandar fotos de las supuestas maletas, con el dinero y los celulares incautados.

De pronto la vecina de Maldonado, se encontraba en medio de un supuesto delito en Bolivia y allí recibe una propuesta bastante sospechosa, cuando el encargado de la aduana del aeropuerto boliviano, le dijo que esta situación se podía «regularizar», si pagaba 1.800 dólares.

Allí la mujer comenzó a sospechar que todo se trataba de una estafa y le dijo que no tenía esa cantidad de dinero. Increíblemente el hombre comenzó a bajar el precio y terminó pidiéndole 1.000 dólares para regularizar la situación.

Ya con cierta certeza de que estaba siendo presa de un engaño, la vecina de la ciudad de Maldonado, se trasladó hasta la seccional 10 de policía del departamento y radicó la denuncia correspondiente. En dicha dependencia policial, le dijeron que otra mujer había perdido 350 dólares por una estafa similar y que los protagonistas de la misma, eran varios bolivianos y un uruguayo, que se encontraban en nuestro país.

Con respecto a los 200 dólares que había girado al exterior, por suerte esta mujer pudo cancelar el giro y recuperar el dinero a tiempo, cosa que no habría podido hacer la otra persona estafada.

Finalmente se pudo comunicar con su cuñado, el cual le contó que le habían jaqueado su teléfono y sus cuentas, pero que en ningún momento estaba detenido, ni deportado hacia nuestro país y que simplemente, estaba en su propia casa.

En lo que hace al dinero girado al extranjero, parece ser que era para unos parientes que estos bolivianos, tienen en su país de origen.

Con esta historia, esta vecina de Maldonado, quiere poner en conocimiento de la población en general, esta clase de estafa, que parece que la están realizando y que misteriosamente, cuenta con un nivel de información de los contactos, que llama poderosamente la atención. Esperemos que los protagonistas de estos ilícitos, puedan ser atrapados a la brevedad.

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