“No nos avisaron nada. Cero. Nada de nada en la transición”, dijo y agregó que tampoco recibieron comentarios de la existencia del “contenedor olvidado” cuando se desató la emergencia sanitaria el 13 de marzo.
Máscaras para respiradores, tapabocas, tubos de oxígeno, jeringas, colchones inflables, sábanas, sillas geriátricas, camillas, batas desechables, nebulizadores, e infinidad de suministros para la salud fueron encontrados en un contenedor perdido en el Puerto de Montevideo, que estaba a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Los materiales recuperados en los últimos días por la nueva administración fueron descubiertos en medio de los procesos de reorganización del ministerio. “Surgen de encontrar un expediente que hace cuatro meses está trancado en una oficina del ministerio”, explicó a El País el director General de Secretaría del Ministerio de Desarrollo Social, Nicolás Martinelli.
El jerarca comentó que de inmediato fueron al Puerto con escribanos del Mides para abrir el contenedor, revisar las cajas y hacer un inventario. Martinelli dijo que les sorprendió mucho la importancia del contenido del contenedor y que de su existencia no se haya comentado nada durante la transición.
El contenedor fue una donación del Rotary Club de Canadá para el Cotolengo Don Orione Masculino. Llegó a Uruguay el 11 de setiembre de 2017. Esa institución solicitó la exoneración de impuestos al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Ante la demora de ese trámite decide donarlo al Mides, ya que no podía afrontar los gastos de tener parado el contenedor en el puerto. Desde la llegada a Uruguay el contenedor generó casi US$ 8.000 por estar en el puerto.
“Por este medio informamos que el Pequeño Cotolengo Don Orione Masculino donó a esta Secretaría de Estado, una importante cantidad de artículos que permiten atender las necesidades de la población vulnerable de nuestra sociedad, en cumplimiento de los cometidos asignados al Ministerio de Desarrollo Social”, dice la resolución del Mides del 27 de junio de 2018 firmada por la entonces directora general de secretaria Graciela Mazzuchi. Dos días después la entonces ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, agradeció la donación y dio curso a las actuaciones.
Este es el segundo contenedor que aparece perdido en el puerto con insumos médicos.
Sanidad de las Fuerzas Armadas había detectado otro el 20 de marzo. De todos modos el inventario del actual es ampliamente mayor y aún no se ha podido valuar su contenido.
“Hay de todo. Yo no había visto tanta cosa y de tanta importancia. Sorprende todo lo que entra en ese solo contenedor”, dijo Martinelli, quien apuntó que ya se dio cuenta al Ministerio de Salud Pública (MSP) para que analice los elementos y diga cuáles deben ser descartados y cuáles utilizados.
El presidente Luis Lacalle Pou está al tanto del episodio y pidió que se aceleren todos los procesos para poder emplear sus contenido en el combate al COVID-19.
En la administración pasada, el MSP había ordenado destruir el contenido del otro contenedor mencionado. “Hay un montón de material que a mi juicio, no soy experto, que no debería haberse mandado a destruir, como por ejemplo los tapabocas, o tijeras que son elementos que no tienen vencimiento”, dijo Martinelli.
Los materiales que se encontraron en el contenedor son de lo más variados, pero con claro foco en lo médico y asistencial. Incluso una veintena de bicicletas. Distintos tipos de muebles, como escritorios, sillas, pizarras blancas, mesas de acero inoxidable, bibliotecas, archivadores, tubos médicos, sábanas para cesáreas, calzado, filtros de distinto tipo, frascos para muestras, jeringas, catéteres, pañales descartables, guantes de látex, suministros de oficina, antisépticos, vendas, instrumentos médicos, toallas húmedas, televisores, y la larga lista es más amplia.
Si bien para el Mides su preocupación central es poder hacer uso de los implementos lo antes posible, y para eso espera la actuación del Ministerio de Salud Pública, en paralelo el director General de Secretaría, Nicolás Martinelli, inició una investigación administrativa “exhaustiva” con carácter urgente. El jerarca dijo que es importante establecer de forma clara el porqué de las demoras en las actuaciones ya que han significado un perjuicio para el interés público. Ante la emergencia sanitaria esta donación adquiere una relevancia “superlativa”.
“No obstante en cualquier circunstancia este tipo de donaciones resulta de claro interés general para la comunidad, más aún sabiendo que desde el 25 de noviembre del 2019 el expediente se encontraba en la Secretaría de Estado conociéndose las noticias mundiales del coronavirus desde tiempo atrás.
Martinelli dijo que es importante evaluar la responsabilidad disciplinaria de los involucrados. Incluso explicó que se ve que puede haberse vulnerado el principio que rige el procedimiento administrativo, como ser impulsión de oficio, economía, celeridad y eficiencia. Asimismo pueden haberse comprometido deberes de los funcionarios públicos involucrados en el Código de Ética de la Función Pública, explicó.
En cuanto al informe de Salud Pública referido a los elementos que mandó destruir, como son tapabocas, artículos de gran valor, se puso en conocimiento a ese ministerio para que allí también se analicen las eventuales responsabilidades. Por último en caso de advertir conductas que tengan apariencia delictiva, deberá darse conocimiento del hecho a las autoridades competentes.