Cuando comenzaron los cursos en la Escuela Técnica de la UTU de Artigas este año, ni profesores ni alumnos imaginaron que sus proyectos de estudio se volcarían a la investigación y experimentación tendiente a la construcción de respiradores médicos. Los jóvenes realizaron la propuesta a fin de colaborar con el abordaje nacional de la emergencia sanitaria.
Los ventiladores mecánicos, denominación que también se utiliza para identificar a los respiradores médicos, son un insumo altamente requerido en nuestro país y en el mundo, frente a la problemática que se introdujo con la expansión del COVID-19.
Es por ello que más de 130 estudiantes de la Escuela Técnica de Artigas trabajan junto a sus profesores en la elaboración de estos aparatos. Actualmente se encuentran en una etapa teórica, en la que investigan y comparten a través de la plataforma CREA los conocimientos que van acumulando en este sentido.
El profesor Fernando Paiva indicó que se trata de una maquinaria muy compleja que requiere de estudios previos y testeos con médicos. “Hay muchos prototipos, pero no todos sirven”, explicó. En este sentido, entienden que su desarrollo insumirá de seis a ocho meses de trabajo. “Construiremos respiradores muy similares a los que se utilizan en la medicina”, afirmó.
El proyecto surgió a partir del planteamiento de la propuesta por parte de un grupo de alumnos de la UTU. “Ellos se interiorizan día a día en la situación del país, y plantearon la posibilidad de construir ventiladores mecánicos, ya que a nivel nacional existen pocos y hay que estar preparados en el caso que Uruguay requiera de un mayor equipamiento”.
En el desarrollo de este proyecto participan estudiantes de primer año de Informática y de Reparación de PC, Electromecánica y de primero, segundo y tercero de Electrotecnia.
Las tareas se dividen entre los estudiantes: “Informática junto a Reparación PC trabajarán en la parte de hardware, y de programación de la placa Arduino, que constituye el cerebro del aparato. El grupo de Electromecánica trabajará con la parte neumática, de tuberías y oxígeno, compresores y de electro válvulas que se utilizan en la inhalación y expiración. Todo ese mecanismo es controlado a partir de la placa”.
Paiva indicó que la elección de la placa Arduino se realizó porque ofrece un código abierto y es muy flexible, “la única limitante es la imaginación y el conocimiento en programación”.
“Esta placa que es el cerebro del respirador, se controla a través de tres sensores: el saturómetro de flujo y el de presión, que mide la cantidad de oxígeno en la sangre del paciente”, indicó.
El educador explicó que actualmente trabajan con el material teórico a través de la plataforma CREA. “En esta instancia se nos dificulta la parte práctica porque trabajamos a distancia, y necesitamos ciertas herramientas y dispositivos que por ahora no podemos adquirir”. No obstante, explicó que el equipo cuenta con los materiales necesarios para cuando se pase a la etapa de construcción.
“Somos conscientes que este aparato estará encargado de soportar la vida de un ser humano. Entonces antes de salir tenemos que pasar una etapa de experimentación, y luego realizar pruebas rigurosas junto a médicos. Es una fase que llevará un tiempo de investigación y de experimentación para cumplir con los requisitos de calidad”, concluyó.
ANEP