El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, informó este viernes en una conferencia de prensa sobre la construcción de una nueva planta de celulosa en Uruguay que la etapa de conversaciones entre el gobierno y la empresa UPM culminó satisfactoriamente. Esto significa que se dará inicio a la segunda etapa del proyecto, que consiste en el desarrollo de mejoras de infraestructura y logística en nuestro país.
La segunda etapa, que incluye mejoras en caminería rural y en un puerto de aguas profundas, que será el de Montevideo según confirmó el mandatario, tomará entre 18 y 24 meses.
«El acuerdo al que llegamos ayer contempla el trabajo conjunto en diversos temas que tendremos que ir solucionando», indicó el presidente. Informó además que se crearán grupos de trabajo para para solucionar los aspectos vinculados a estas mejoras. Se tratarán la infraestructura, la preservación del medio ambiente, aspectos de la economía y la contribución al desarrollo de las políticas económicas. Los cinco grupos de trabajo serán coordinados por cada ministro del rubro señalado.
El primero de ellos es la infraestructura vial. 224 kilómetros de rutas serán bituminizados, se trabajará en vías ferroviarias y se acondicionará el puerto de Montevideo.
«Estaremos presentando un plan nacional estratégico de infraestructura en noviembre, en España». Esto se llevará a cabo en Galicia y Santiago de Compostela. Se invitará a inversores europeos para trabajar en este asunto y en febrero, Vázquez visitará Alemania para presentar un plan en la ciudad de Hamburgo, también ante empresarios de Europa.
El desarrollo del plan de infraestructura será estudiado por el gobierno. Según indicó el presidente, UPM manifestó el interés de participar en el condicionamiento del puerto de Montevideo, para cuyas obras se piensa destinar entre 85 y 86 millones de dólares.
El segundo aspecto es el de la negociación de las condiciones de trabajo. Vázquez dijo que los sindicatos partícipes de las obras serán informados al respecto, para lograr acuerdos que garanticen el desarrollo a tiempo de las mejoras en infraestructura.
«Hay que hablar sobre seguridad, el respeto a los derechos laborales, contemplar la mano de obra nacional. Hay disposición de UPM y el gobierno en trabajar desde ahora en acuerdos tripartitos para que se pueda lograr la obra», señaló el presidente.
El tercer aspecto que Vázquez consideró es el de la preservación y protección del medio ambiente. Señaló que se deberá cumplir «estrictamente las normas con la mínima contaminación posible». «La empresa quiere llevar adelante un proyecto sustentable», dijo.
Respecto a las relaciones económicas, Vázquez señaló que UPM «pretende unificar en un solo proyecto la anterior planta (ubicada en Fray Bentos) con esta». Funcionará en régimen de zona franca y tendrá exenciones impositivas que van a ser estudiadas por uno de los grupos de trabajo.
Respecto a la producción energética, el mandatario dijo que UPM aporta actualmente el 8% de la energía del Uruguay. La nueva fábrica de celulosa va a producir el doble que la de Fray Bentos y también va a aportar a nivel energético, indicó el mandatario.
Comienzo de las obras
El presidente Vázquez dijo que espera colocar la piedra fundamental de la nueva planta en el segundo semestre de 2018, mientras que UPM comenzaría a producir y exportar sobre la década del 20. «La empresa va a destinar 4.000 millones de dólares y el Uruguay va a tener que invertir 1.000 millones de dólares» en las mejoras.
«Esto no tiene antecedentes y tiene un impacto muy positivo para el país, porque se van a generar unos 8.000 puestos de trabajo dignos», señaló el presidente. «Va a generar participación de proveedores» y va a incidir en un aumento de entre 2 y 2.5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), señaló el mandatario.
Aseguró que tanto el gobierno como UPM están «decididos a llevar adelante este proyecto. Ambos estuvimos de acuerdo en acortar lo más posible los plazos», señaló.
En la misma línea que Jaakko Sarantola, vicepresidente senior de Desarrollo de Negocios de UPM en Uruguay que brindó una conferencia de prensa el pasado jueves, Vázquez señaló que «no está definido» el lugar en el que se instalará la nueva planta de celulosa de la empresa finlandesa, pero será «en el Uruguay profundo» y sobre la cuenca del Río Negro. «La empresa ya debe de tener localizados dos o tres puntos pero se definirá en función de los elementos logísticos», indicó.
Fronteras
«Este emprendimiento requiere de la participación públicos y privados, y vamos a explorar que los inversores participen en el plan de desarrollo vial portuario y en vías férreas», dijo el presidente.
Consultado sobre los posibles conflictos con países fronterizos, similares a los que acontecieron con Argentina durante la instalación de la planta de celulosa de Fray Bentos, el mandatario señaló que estos no existirán porque la nueva fábrica se instalará muy lejos de las fronteras.
«Nosotros no le vamos a pedir cuentas a Brasil de lo que haga en su territorio, salvo lo que esté colindando, y no le vamos a pedir cuentas a Argentina sobre lo que haga dentro de su territorio. Esto es en el Uruguay profundo y es el país soberano el que define la instalación de este emprendimiento», dijo Vázquez.
Impacto ambiental
«Otro punto a tener en cuenta es la proximidad con las plantaciones y el impacto sobre la población cercana», dijo Tabaré Vázquez, reiterando que la planta se ubicará sobre la cuenca del Río Negro.
El mandatario dijo que «una vez que concretemos los grupos de trabajo», se le enviará la información «a todo el sistema político», y que si en los dos países a los que se irá a buscar inversores (Alemania y España) quieren tener referencias sobre el tema, se les dará información.
Esta conferencia se realizó luego de que la forestal UPM informara que comenzó las negociaciones con el gobierno uruguayo a fin de instalar la tercera planta de celulosa, y luego de que ayer el presiente convocara un Consejo de Ministros especial para hablar del tema.
UPM ya adelantó algunos detalles vinculados a la nueva planta: será más grande que la que tiene en Fray Bentos, se ubicará en el centro del país y sobre río Negro (quizás en las cercanías de Paso de los Toros) y requerirá una adecuada conexión ferroviaria con Montevideo, que es el puerto por el que saldría su producción.
