«¿Tengo que pedir autorización a las autoridades a las que voy a controlar?», dijo Martín Lema a Montevideo Portal, luego de que se le impidiera entrar a refugios.
El diputado nacionalista Martín Lema, uno de los principales críticos de la gestión del Mides y de ASSE, tiene por costumbre inspeccionar sin aviso centros de atención estatales.
Así lo ha hecho por ejemplo con distintos centros de salud del país, para comprobar espontáneamente cómo son las condiciones en que se encuentran.
Anoche quiso hacerlo con varios refugios en Cordón, Ciudad Vieja y el Centro. Sin embargo, se le impidió el ingreso a todos excepto a uno. E incluso en este último caso, su visita se vio interrumpida.
Lema dijo a Montevideo Portal que su objetivo era conocer de primera mano el funcionamiento, «ver el estado de situación general, poder conversar con las personas que se encuentran allí, enterarse de lo que está bien y de lo otro, saber qué se debe corregir, ver las instalaciones, la parte higiénica, las condiciones de convivencia».
La gira comenzó mal. En Ciudad Vieja le dijeron que tenía que pedir autorización al Mides, lo que ya le dio «mala impresión». «¿Tengo que pedir autorización a las autoridades a las que voy a controlar? No tiene sentido coordinar con aquellos a los que debo controlar», afirmó. Mostró su carnet de diputado y les explicó que no era lo mismo, tanto para lo bueno como lo malo, caer sin que haya una preparación que ir cuando se hace una coordinación, porque «no se puede apreciar con espontaneidad el funcionamiento». Le pasó lo mismo en varios centros, hasta que luego de varias visitas logró que uno ubicado en Cordón le permitiera el ingreso.
Se dio allí «una charla muy interesante», según Lema, consistente en las necesidades del refugio y las condiciones de las personas que utilizan el lugar. Al entrar comprobó que había tres personas durmiendo en colchones en el suelo. «No solamente es una situación que no corresponde, sino que marca una desigualdad entre quienes duermen allí y por lo tanto no fortalece la convivencia», dijo. Pidió entonces que le avisaran lo que faltaba, para ver si se podía conseguir a través de donaciones (por ejemplo, camas y una computadora), pero cuando estaban en medio de la charla sonó el teléfono.
«Era una llamada del Mides, en la que le dijeron a los responsables del centro que tenían que pedirme que me retirara. Uno se iba entusiasmando en tratar de aportar y al final no pudimos concretar lo conversado porque eso comprometería a los que trabajan allí. Están con tanta sensibilidad de que yo esté recorriendo, que este, un caso claro donde podíamos conseguir algo, se frustró por una llamada que los puso en pánico de que yo estuviera ahí», dijo Lema.
El legislador consideró «ridículo» que un diputado cuya intención es controlar no pueda entrar a un lugar que el Estado contrata «en pleno horario de servicio». «No quieren la investigadora, no me responden los pedidos de informes y ahora no me dejan conocer de primera mano su gestión. Es una gestión cargada de secretismo, donde hay un temor permanente a que se ejerzan los controles», dijo Lema, que analizará ahora qué pasos seguir para que se le permita entrar a los centros sin tener que pedir autorización.
La conducta de Lema fue también criticada por diputados del Frente Amplio. Mercedes Santalla aseguró que «visitar refugios del Mides a las 22 :30 es hacer política sucia para promover el circo para el 1 de agosto, cuando la ministra Arismendi se presente en el Parlamento». El diputado emepepista Javier Umpiérrez le espetó: «No podés ir a cualquier hora a cualquier lugar del Estado, deberías saber. Hay cuestiones de funcionamiento, de respeto, éticas, la gente duerme a esa hora, los funcionarios no tienen por qué conocerte, etcétera».
En respuesta a estos cuestionamientos, Lema dijo a Montevideo Portal: «Yo no soy un burócrata detrás de un escritorio. Parte del control consiste en ir a los lugares y conocerlos de primera mano».
Por su parte El Bocón denuncia intencionalidad política en estas visitas:
«Yo me pregunto si el diputado Lema durante los últimos tres años fue a algún refugio.
Porque ir de sorpresa y de noche a refugios, entrando, incluso a filmar a personas, que están allí porque se encuentran en situación de calle, a tres meses de las Elecciones y después llamar a los medios de comunicación, es una simple maniobra de aprovechamiento para ganar prensa, sin hacer definitivamente nada por las verdaderas víctimas, la pobre gente que no tiene nada.
Lema se ha caracterizado por su perfil mediático, es decir, apuntar a trabajar y mostrar su trabajo.
Pero en esta oportunidad, se debió dar cuenta que no se puede usar a gente que está muy mal para ganar puntos electorales futuras.
Si en los últimos tres años Lema fue a varios refugios, me retracto, pero no creo que esto haya ocurrido antes.
¿Por qué no llevó ropa de abrigo para esa gente además de ir a ver cómo están pasando allí?
Hubiera destinado un mes de su partida de prensa que le sobra todos los meses para comprar camperas, medias, zapatos, etc., hubiera sido mucho más positivo sin dudas.»