El forense Osvaldo Raffo fue encontrado muerto en la bañera de su casa. Hizo peritajes en muchos casos policiales trascendentes de argentina. Entre ellos la del fiscal Alberto Nisman.
El prestigioso médico forense Osvaldo Raffo fue hallado muerto este lunes de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín- Buenos Aires.
En el lugar del hecho, los investigadores encontraron una nota firmada en la que aseguraba que no aguantaba más los dolores que lo aquejaban producto de una enfermedad que atravesaba.
Para muchos entendidos en la materia, Raffo, de 84 años, es el máximo exponente argentino vivo de la medicina forense.
Hizo más de 20.000 autopsias. La primera fue en 1963. Hizo peritajes en los casos policiales más transcendentes como en el asesinato de María Soledad Morales, en el homicidio de Alicia Muñiz a manos del campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, en el suicidio del prestigioso cardiólogo René Favaloro, en el crimen del soldado Omar Carrasco y en la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Sus colegas hablan de él con mucho respeto y lo llaman «maestro». En agosto de 2013 Raffo sostuvo que la función del médico forense es «traducir lo biológico a lo jurídico. El forense debe determinar las causas de la muerte».