Las clases en Primaria, ciclo básico de Secundaria y UTU este año empezarán el viernes 1º de marzo y retomarán el miércoles 6, luego del feriado de carnaval.
Este lunes se confirmó la fecha de inicio y el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto, reconoció que desde que se resolvió que el año lectivo empiece el primer día hábil de marzo, «discutir el comienzo de año es un problema”.
La decisión tomada por el Codicen recibió múltiples cuestionamiento de padres, educadores y, en particular, de trabajadores vinculados al sector turismo que entienden que se verán perjudicados en su actividad.
Por este motivo la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, había solicitado al Codicen en diciembre de 2018 —cuando fue divulgado el calendario de este año lectivo— que reconsiderara la fecha pautada. Su pedido no tuvo la respuesta que pretendía: Netto le comunicó que las clases iniciarían el 1º de marzo, como habían acordado con los organismos desconcentrados de la educación.
“Realmente no lo comparto y no lo entiendo. Yo tengo que respetar la decisión del Codicen, pero es objetivo decir que le complica la vida a los trabajadores que pensaban tomarse Carnaval y a los que trabajan en el rubro turismo”, dijo a El Observador Kechichian.
Según la ministra, tuvo varias reuniones con las autoridades del órgano rector en las que volvió a plantear los argumentos por los que considera que las clases deberían empezar el 6 de marzo. “Cuando se habla de educación, no opino. Habrá motivos para considerar que el 1º de marzo es el día correcto para empezar las clases; pero no los entiendo y no los comparto”, reiteró.
La Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP) tampoco comparte la resolución del Codicen. “Es un solo día de clase, más que dar la bienvenida a los alumnos y pasar lista, ¿qué va a hacer la maestra? ¿Cuál es el argumento de que las clases inicien un viernes, cuando va a haber un corte abrupto?”, se preguntó la secretaria general, Elbia Pereira, en diálogo con El Observador.
“Si el móvil de esta decisión es tener más número de clases, creemos que armar el calendario sin pensar las consecuencias y sin la flexibilidad necesaria no es el camino correcto”, agregó Pereira.
Luego de escuchar las opiniones de docentes de todo el país, FUM-TEP llegó a la conclusión de que iniciar las clases un viernes e interrumpirlas hasta el miércoles no tiene sentido, porque no todos los alumnos van a asistir el primer día y se interumpirá «la continuidad de su proceso de aprendizaje”.
La secretaria general de FUM-TEP aclaró que a los maestros no les afecta la fecha designada, ya que ellos de todos modos tendrán que asistir a los centros educativos a partir del 25 de febrero para realizar tareas administrativas.
Sin embargo, cuando el Codicen les comunicó que la decisión estaba tomada, los educadores se sorprendieron. A su entender, los subsistemas no estarán “prontos” el 1 de marzo y por eso recomendaron, nuevamente, que las clases empezaran cinco días después.
Por su parte, la directora general de Primaria, Irupé Buzzetti, dijo a El Observador que Primaria también propuso que las clases iniciaran el 6 de marzo, pero como la UTU y Secundaria “consideraban importante” que las clases iniciaran el primer día de marzo, finalmente el Codicen mantuvo esta fecha. “No cuestionamos la decisión. El CEIP adhiere porque nos parece importante que no haya contradicciones”, manifestó Buzzetti.