Ahora, el empresario volvió sobre esa iniciativa, al afirmar que su «verdadera competencia no es el pequeño goteo de autos eléctricos que no son de Tesla», sino «el enorme flujo de autos a gasolina que salen de las fábricas del mundo cada día», con el consiguiente aumento de la contaminación.
«Todas nuestras patentes les pertenecen», agregó en un tuit.
De esta manera, el empresario ratificó su política de lucha contra el cambio climático y su intención de acelerar la llegada del «transporte sustentable», tal como había declarado en 2014.
Tesla reporta que tuvo pérdidas de casi 1.000 millones de dólares en el 2018
«Si abrimos un camino hacia la creación de vehículos eléctricos atractivos, pero luego sembramos minas terrestres de propiedad intelectual para inhibir a otros, estamos actuando de manera contraria a ese objetivo. Tesla no iniciará demandas de patentes contra ninguna persona que, de buena fe, quiera usar nuestra tecnología», manifestó.
Además, Musk sostuvo que Tesla, otros fabricantes de autos eléctricos y el mundo en su conjunto «se beneficiarían de una plataforma tecnológica común en rápida evolución».
Por último, el polifacético inventor aseguró en su declaración que «el liderazgo tecnológico no está definido por las patentes», que en las historia «mostraron repetidamente» que son una «pequeña protección legal contra un competidor determinado». En consecuencia, declaró que sus patentes estarían regidas por la «filosofía de código abierto», lo que «fortalecerá» la posición de Tesla en lugar de perjudicarla.