Premian y luego descalifican un juguete sexual en el CES

Un vibrador manos libres llamado Osé que utiliza tecnología micro robótica para imitar la sensación de boca humana generó polémica en el evento de tecnología.

El aparato ganó un Premio de Innovación CES este año, pero el galardón le fue arrebatado posteriormente y, polémica mediante, fue prohibida su exhibición después de que se considerara que no se ceñía a las reglas.

Puede que no quede claro para todos por qué un bailarín de ‘pole dancing’ desnudo se considera más aceptable que un vibrador de alta tecnología, pero la CTA estimó que el Osé, creado por la startup Lora DiCarlo, “no encaja en ninguna de nuestras categorías de productos existentes” y por lo tanto no debería haberse considerado elegible.

“La sociedad debe acabar con el tabú en torno al sexo y la sexualidad: es una parte de la vida y la salud que debería formar parte absolutamente de la conversación normal”, replicó la fundadora de Lora DiCarlo, Lora Haddock, en una carta abierta a la CTA.

“Nunca se sabe cómo puede usarse la tecnología, el futuro del cuidado de la salud podría estar en la patente de un juguete sexual”.

Douglas Layman, socio de la asociación que apoya a la startup Lora DiCarlo, dijo en un comunicado que la firma apunta a un mercado que está a punto de explotar.

“La sociedad está cambiando para aceptar una discusión más amplia sobre la salud sexual, lo que lleva a un crecimiento exponencial de productos de tecnología sexual en el mercado de consumo”, dijo.

Sin embargo en otros puestos del CES se pueden probar visores 3D con pornografía, lo cual ha desatado un debate sobre los límites del evento y el hecho de que en este caso sea una mujer la creadora de tecnología.

Pulzo