Emilce Iramaín es oficial la Policía Bonaerense. En su trabajo le ha tocado ver más de una vez la muerte, pero jamás había vivido una experiencia como la que afrontó el pasado viernes.
Según informa Todo Noticias, Iramaín asistió a una mujer embarazada que dio a luz a su beba prematura después de sufrir un brutal accidente de tránsito en la zona de San Miguel.
En el cruce de las rutas provinciales 8 y 202, ella y su compañero de patrulla oyeron un ruido estremecedor. En principio creyeron que un camión con acoplado había pasado muy rápido por un lomo de burro, pero pronto descubrieron que, en realidad, había atropellado a una mujer que cruzó sin mirar.
La peatón era una limpiavidrios de 28 años, que luego fue identificada como Yamila Sasha Escudero. De manera inmediata, Iramaín se bajó del móvil policial para socorrerla, pero ya era demasiado tarde: había muerto en el acto.
Sin embargo, el ruido de un llanto la sorprendió. «Al principio no reaccioné. Hasta que se empezó a mover la ropa de la chica y dije ‘No, no puede ser'», cuenta en declaraciones al citado medio.
No se trataba de una alucinación. La víctima estaba embarazada y había entrado en trabajo de parto tras el impacto. «Le pedí a mi compañero un cuchillo y le rompí el pantalón. La bebé estaba ahí. La saqué y busqué el cordón umbilical para cortarlo», relató.
Antes de que llegara la ambulancia, Iramaín tomó a la bebé en brazos y se dio cuenta que tenía el cuerpo contraído. «No paraba de llorar. Hasta que me acerqué para asistirla. Cuando la toqué, se le endurecieron los brazos. Pero seguía con vida», detalló todavía emocionada por la hazaña.
De urgencia, la recién nacida fue trasladada hasta el hospital Larcade, donde quedó internada. A pesar de las condiciones extremas de su nacimiento, su pronóstico es alentador: está en buen estado de salud. El secretario de Salud y Bienestar Familiar de San Miguel, Pablo de la Torre, informó que nació con 34 semanas y un peso de 2,160 kg. Al ser prematura, tiene dificultades respiratorias, pero está estable con oxígeno.
La joven oficial ya tiene un inédito historial de partos. En una sola noche asistió dos nacimientos seguidos: uno en un asentamiento de emergencia y a los pocos minutos otro en un remise. Aunque este, el tercero, será uno de los inolvidables.
Después de realizar el protocolo correspondiente por el accidente, Iramaín fue hasta el hospital para ver a la nena. «Le dije a los médicos que le pusieran Milagros, porque es lo que significa ella», concluyó.