Michelle Suárez, no podrá ejercer la abogacía por dos años a raíz de la condena por cuatro delitos de falsificación y adulteración de documento privado, con un delito de estafa, un delito de falso testimonio y un delito de falsificación y alteración de documento privado.
Así lo informó el programa Santo y Seña de Canal 4. La exsenadora del Partido Comunista cumple prisión domiciliaria.
Un caso de regimen de visitas en su trabajo privado como abogada fue el que disparó la denuncia contra Suárez.
La denunciante fue la abogada de la contraparte, que casualmente también ofició como socia en algunos casos en común.
Suárez había falsificado la firma del hombre -su defendido- renunciando a la patria potestad. El caso databa del año 2014.
Ese fue el primer escalón de la apertura de una investigación en la que se comprobó que la abogada había cometido la misma falta en otras ocasiones.
En abril de 2018, Suárez admitió ante la justicia que adulteró las firmas. Adujo la situación a problemas de su vida personal. En tal sentido mencionó la muerte de su padre.
«Seguramente no estaba en condiciones de tomar ciertas decisiones, me equivoqué, hice en cosas que tal vez en otro momento no hubiera hecho», dijo en una entrevista con Océano FM.
Los problemas de Suárez repercutieron a nivel político. El Partido Comunista le pidió la banca que meses antes le había cedido para visibilizar la cuestión trans y la lucha por los derechos de género, causas en las cuales la abogada se transformó en líder y símbolo.