Apareció muerto un hombre en las termas de Guaviyú y la Policía presume que se trata del doble homicida de Quebracho.
«Próximo a termas de Guaviyú apareció muerto de un disparo el sospechoso del doble crimen de Quebracho. Fiscal y Jefe de Policía de Paysandú presentes en el lugar. Resta aún la plena identificación pero se presume es el buscado Martín Bentancur», publicó el Ministerio del Interior en su cuenta de Twitter.
El cuerpo, según informó Teledía esta mañana, apareció sobre las 6.30 en la entrada a las termas de Guaviyú, un complejo ubicado en el kilómetro 432 de la ruta 3. Según vecinos de la zona, el disparo con que se quitó la vida se escuchó sobre la hora 6.
En el mismo lugar del cuerpo estaban colocadas una pancarta y una remera con extensos textos, escritos en mayúscula, que son mensajes dirigidos a personas vinculadas a su vida. «El último regalo que te hago, mis amores. Las llevaré en mi alma y en mi corazón», puede leerse en la camiseta blanca, con corazones dibujados en los márgenes. Y abajo concluye: «Para Vale y Nali».
Detrás, apoyado sobre un muro, se encontró un rifle, una de las armas que Bentancur tenía en su poder. También se halló otra arma, que se presume era la de Juan Carlos Oviedo, el policía al que asesinó luego de matar a la madre de Valeria, su exnovia.
El doble homicidio ocurrió en la madrugada del miércoles 28 de marzo, luego de que Bentancur fuera denunciado por haber agredido a Valeria horas antes. La Policía la había trasladado entonces a la comisaría de Quebracho para que pasara allí la noche. Pero Bentancur retornó a la casa y mató a su exsuegra. Luego disparó contra Oviedo, que acudió al lugar por el segundo llamado en que se alertaba que Bentancur merodeaba de nuevo la vivienda.
El hombre de 32 años, cazador y trabajador rural, escapó en la moto del policía, que incendió luego –a su paso también incendió la casa donde vive la familia del actual novio de Valeria–, y se escondió en el campo, lo que obligó a las autoridades a trazar una extensa área de búsqueda. Tanto fue así, que debieron recurrir al apoyo de la Guardia Republicana y de un helicóptero de la Unidad Aérea del Ministerio del Interior. Ante la falta de rastros, se solicitó la semana pasada una orden de captura internacional. Una de las hipótesis era que Bentancur podía haber cruzado el río Uruguay, a 20 kilómetros de Quebracho.
Sin embargo, este lunes apareció la primera evidencia que indicaba que el homicida permanecía en los alrededores del lugar, cuando se encontró una carta en la Escuela 75. Allí, se presume, pernoctó alguna de las noches en que estuvo prófugo.
«Te amo, China mía, te amo. Decile a mi hija que siempre la voy a llevar en mi corazón», decía ese texto, escrito en un papel junto a una cadena de plata con una cruz. Y concluía con una frase que resumía el estado de su situación: «Estoy tan arrepentido de lo que pasó, pero ya es tarde para mí».