La presión tributaria sobre el agro «es más que moderada»

A pocas horas de concretarse la movilización de los productores rurales que será este martes en Durazno, la senadora Constanza Moreira (Frente Amplio) opinó que «el campo» uruguayo decidió «dar una lucha distributiva cuyos objetivos no están claros y cuya agenda tampoco está bien definida».

Para la legisladora de Casa Grande «el campo se prepara para el 2019, y esto es un ensayo general de orquesta».

Moreira escribió en su cuenta de Facebook que «en algunos departamentos la filiación partidaria de buena parte de sus acólitos está clara, es un paro no solo contra el gobierno sino contra el Frente Amplio de cara al 2019, aunque en otros, las movilizaciones han estado protagonizadas también por pequeños o medianos productores y una clase media agraria difícil de cuantificar».

«Estamos ante una batalla distributiva que no es, como se suele creer, entre el campo y la ciudad, sino entre capitalistas y trabajadores y, peor aún, entre dueños de la tierra y productores. Si no apreciamos estas contradicciones y luchamos políticamente por abrir la caja negra de este conflicto, podemos quedar rehenes de una demanda especulativa, inorgánica, y de la que sólo puede sacar partido la derecha», afirmó la senadora oficialista.

Para la legisladora, las manifestaciones de estos días, con productores protestando al costado de las rutas con sus camionetas y tractores, cuestionaron «el corazón mismo de las políticas del gobierno».

Dijo que la demanda que de los productores «parece insostenible» ya que la política económica y los ministros Tabaré Aguerre (recientemente renunció a la cartera de ganadería) y Danilo Astori (Economía), «antes alabados por quienes hoy se manifiestan» les permitió obtener «extraordinarias ganancias en los últimos 15 años».

Moreira dijo que los costos del sector «no han crecido» pero sí decreció el precio de los commodities que exporta el país, así como la demanda externa.

Opinó también que la demanda sobre los costos energéticos «sólo enmascara un pedido de subsidio» ya que esas tarifas en Uruguay «siempre han sido altas y nada de lo que la oposición propone ni ha propuesto en estos años (como importar petróleo) servirá para reducirlas». «¿Qué están pidiendo entonces? ¿Que el Estado les subsidie los costos energéticos? ¿Y por qué el Estado habría de subsidiárselos a ellos y no al resto de la ciudadanía?. Allí lo único que parece apropiado es separar a los sectores y empresarios que están en verdaderos apuros, de los que sólo protestan porque ya no pueden obtener las pingues ganancias del pasado», opinó Moreira.

Respecto a los reclamos impositivos, la senadora frenteamplista entiende que la presión sobre el agro «es más que moderada» y sobre el factor tierra, «es muy inferior a la que requeriría una política de redistribución de activos que permita superar la desigualdad endémica del país».

Moreira escribió que al gobierno le competerá la difícil tarea «de negociar lo negociable con los sectores más afectados» y adelantó que deberá tener «mucha paciencia».

«Al movimiento ‘del campo’, en plena fase de evolución, le corresponderá entender la verdad más simple de la política: para ganar hay que convencer. Hoy la mayoría de la población no entiende bien cuáles son sus reclamos ni cuán legítimos, ya que percibe que han amasado una gran cantidad de dinero en la última década. La alianza ‘de clases’ entre productores familiares y terratenientes (y asalariados) en nombre ‘del campo’ es falaz y solo puede ser coyuntural, pero la izquierda debe saber cómo y cuándo actuar. Si como resultado del conflicto la población tuviera que enfrentar cualquier conflicto de desabastecimiento, la balanza no se va a inclinar ciertamente a su favor y habrán perdido la primera mitad de su batalla que hoy se juega en la política de la protesta pública», afirmó la senadora.

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