Sobre el buen uso de los recursos

Imagen ilustrativa

Dos delincuentes intentaron rapiñar a un hombre y una mujer con armas de fuego. Resultó que el hombre era un policía que repelió la agresión y le disparó a uno de los ladrones.

Lo hirió de varios disparos y el rapiñero debió ser internado en un CTI. El otro ladrón fue detenido y llevado ante la Justicia.

El fiscal Gustavo Zubía le pidió a la jueza que tomo el caso que ordenara prisión preventiva para este segundo delincuente, ya que podía volver a cruzarse con el policía y la mujer que intentó rapiñar. Todos son del mismo barrio.

Pero la jueza no hizo lugar al pedido fiscal y resolvió arresto domiciliario para el rapiñero hasta que se le coloque una tobillera electrónica.

La decisión de la magistrada es que el ladrón espere el juicio en libertad, pero que esté controlado y vigilado con una tobillera.

El problema es que el indagado vive en una casa que no está conectada de forma legal a la electricidad. Al parecer tiene luz pero porque está colgado de la red eléctrica.

Para colocar la tobillera electrónica se necesita luz en el hogar del indagado. Por eso se ordenó la regularización de la conexión, pero hasta que UTE no le conecte la luz, no le pueden colocar la tobillera.

Por esta razón el delincuente está siendo vigilado las 24 horas por un policía en la puerta de su casa.

El fiscal Zubía apeló la decisión de la magistrada, pero esto se resolverá recién en febrero, cuando se levante la feria judicial.

Hasta entonces el acusado de rapiñar con armas de fuego a dos personas está con arresto domiciliario y un policía en la puerta todo el tiempo para que no escape.

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