Ante hackeos en GPS barcos vuelven a confiar en tecnología a la antigua

El riesgo que implican los ataques cibernéticos que tienen como objetivo a los navegadores satelitales de los barcos está llevando a las naciones a buscar en la historia para desarrollar sistemas de apoyo arraigados en la tecnología de radio de la Segunda Guerra Mundial.

Los barcos usan el sistema de posicionamiento global -mejor conocido como GPS- y otros dispositivos similares basados en el envío y la recepción de señales por satélite, que según muchos expertos son vulnerables a las interferencias por parte de piratas informáticos.

Casi el 90 por ciento del comercio mundial es transportado por mar y hay mucho en juego en unas rutas de navegación cada vez más saturadas. A diferencia de los aviones, los barcos carecen de un sistema de apoyo y si su GPS deja de funcionar, corren el riesgo de encallar o chocar con otros barcos.

Corea del Sur está desarrollando un sistema alternativo usando una tecnología de navegación con base en tierra conocida como eLoran, mientras que Estados Unidos está planeando seguir su ejemplo. Reino Unido y Rusia también han explorado versiones de este mecanismo, que funciona bajo señales de radio.

La iniciativa del eLoran está siendo liderada por gobiernos que ven a esta tecnología como una forma de proteger su seguridad nacional. Se necesitarían inversiones significativas para construir una red de estaciones emisoras que ofreciesen cobertura de señal, o actualizar las existentes que se remontan a décadas atrás, cuando la navegación por radio era el estándar.

Esta tendencia llega tras una serie de trastornos a sistemas de navegación para embarcaciones en los últimos meses y años que no está del todo claro si se debieron a ataques deliberados. Los especialistas de navegación dicen que los efectos del clima solar también pueden causar la perdida de señal satelital.

El año pasado, Corea del Sur dijo que cientos de sus buques de pesca habían vuelto a puerto temprano después de que sus señales de GPS fuesen interferidas por hackers de Corea del Norte, país que negó ser responsable.

En junio de este año, un barco en el mar Negro informó al Centro de Navegación y Guardia Costera de Estados Unidos que su sistema de GPS había sido interferido y que más de 20 barcos en la misma zona habían sido afectados de manera similar.

 

Antes de la era del GPS y otros GNSS como Glonass, Galileo y BeiDou, los barcos y aviones usaban la posición de las estrellas, brújulas, estaciones de radio comercial y un sistema de localización radial analógico llamado Loran (LOng RAnge Navigation). Los satélites de posicionamiento han facilitado las cosas, pero la posibilidad de interferencia, vandalismo electrónico o falla está llevando a varios países a buscar reimplementar Loran en una versión modernizada. 

Corea del Sur está liderando, con la implementación ya en curso de nuevas estaciones eLoran, un sistema diseñado por EEUU que opera en frecuencias bajas, entre 90 y 110KHz, con señales de pulso centradas en 100KHz, la misma frecuencia que usaba Loran-C, un sistema previo.

China y Rusia ya operan sistemas Loran antíguos y trabajan en su actualización, mientras que eLoran ya se implementó durante un tiempo en EEUU y Canadá pero fue apagado el 2010.

Así y todo, a partir del 2015 EEUU analiza la posibilidad de volver a operar una red de posicionamiento terrestre basada en eLoran o algo similar, y el Reino Unido mantiene encendida una estación eLoran.

Que Corea del Sur lleve la delantera no es casual. El año pasado el país reportó que cientos de navíos de pesca tuvieron que volver tempranamente a puerto debido a la interferencia de sus receptores de GPS por señales provenientes al parecer de Corea del Norte.

Corea no está sola en este problema. En junio pasado un barco en el Mar Negro reportó a la Guardia Costera de EEUU que su sistema de recepción de GPS había experimentado interferencia y fue testigo que más de 20 navíos en la zona sufrieron lo mismo. También hay casos similares previos reportados en 2014 y 2015, aunque las autoridades no han querido divulgar cuáles fueron los puertos afectados.

La debilidad de la señal de los sistemas satelitales de GNSS, que es efecto directo de la distancia a la cual operan los satélites y de las limitaciones de potencia de estos, es la razón por la cual es relativamente fácil interferir GPS. En cambio sistemas terrestres como eLoran pueden transmisor con potencias miles de veces mayores y además ubicarse cerca de zonas de alto tráfico marítimo y aéreo.

Tecnología de pulsos de baja frecuencia:

El riesgo que implican los ataques cibernéticos que tienen como objetivo a los navegadores satelitales de los barcos está llevando a las naciones a buscar en la historia para desarrollar sistemas de apoyo arraigados en la tecnología de radio de la Segunda Guerra Mundial.

Los barcos usan el sistema de posicionamiento global -mejor conocido como GPS- y otros dispositivos similares basados en el envío y la recepción de señales por satélite, que según muchos expertos son vulnerables a las interferencias por parte de piratas informáticos.