La ceremonia se desarrolló este jueves 15, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Participaron también la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y el director general de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey. Asistieron, además, autoridades nacionales, ministeriales y departamentales, así como colectivos del mundo de la danza y las artes autóctonas.
El pericón es una práctica cultural, con gran arraigo en Uruguay y en la región, que involucra danza, música y producciones literarias. Su origen se remonta a las contradanzas europeas, sus primeras manifestaciones en el país datan de fines del siglo XVIII y se mantienen hasta hoy, asociadas a las tradiciones gauchescas.
Argimón destacó, en su oratoria, que la declaratoria del pericón como patrimonio inmaterial es la culminación de un trabajo muy serio de investigación, compromiso e interpretación de los auténticos sentimientos culturales. “Todos reconocemos en los pericones, sin lugar a dudas, alguna etapa de nuestras vidas”, manifestó.
Asimismo, valoró el trabajo de las organizaciones nativistas por mantener en alto las raíces más profundas de la cultura. “En ese sistemático acompasar de los tiempos, han sabido formar parte del puente que une las generaciones”, sostuvo Argimón.
Da Silveira, en tanto, consideró que las tradiciones que integran la historia del Uruguay merecen ser designadas como patrimonio inmaterial. “Este reconocimiento es un homenaje a una tradición muy viva”, resaltó. En ese sentido, recordó que en 2022 se distinguió así a la guasquería, como tradición nacional de artesanía sobre cuero.
“El pericón acompañó la vida de nuestra sociedad, adaptándose y evolucionando como todas las tradiciones nuestras”, sostuvo el ministro de Educación y Cultura, y añadió que constituye las costumbres que identifican a los orientales y que “nos hacen reconocibles ante los demás y ante nosotros mismos”.
Detalló que la declaratoria es el resultado de un largo proceso que requirió que el Departamento de Patrimonio Cultural Inmaterial investigara, lo que incluyó la elaboración de un informe participativo con colectivos de danza folklórica de todo el país e investigadores que reflexionaron sobre su historia y sus diferentes versiones musicales y literarias.
“El patrimonio inmaterial no es algo que se ve, como los edificios, sino que hay que describirlo, y eso supone un trabajo preparatorio muy largo”, aseveró el jerarca. En ese aspecto, señaló que el reconocimiento es un ejemplo de la continuidad de las políticas y las líneas de trabajo, por encima de partidos políticos en ejercicio del gobierno. “Ese construir sobre lo construido nos identifica como sistema político y como sociedad”, consideró Da Silveira.