Es uno de los proyectos que han entrado a formar parte del programa de aceleración de Algorand Miami Accelerator. Se llama Maricoin y es la primera criptomoneda creada por y para el colectivo LGTBI en el mundo, un proyecto que nace en el corazón de Chueca.
El próximo 31 de diciembre, muchos de los que asistan a las fiestas de fin de año que se organizan en el barrio de Chueca (Madrid), Maspalomas (Gran Canaria), Ibiza o Barcelona, podrán pagar sus consumiciones con maricoins en, al menos, 25 establecimientos LGTBI friendly. Será el aldabonazo de salida de la primera criptomoneda creada en el mundo por y para el colectivo LGTBI (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales), un proyecto que nace en Madrid con vocación de convertirse en criptomoneda de uso corriente en el colectivo de todo el mundo.
Según afirman los impulsores del proyecto, «ya existe una lista de espera para obtener maricoins con prima antes de que cotice la moneda a la que se puede acceder a través de la dirección bit.ly/maricoin«.
Se dice que si todos los integrantes que se identifican con alguna de las siglas del LGTBI se reuniesen en un solo país, se convertiría en la cuarta potencial económica mundial. En total se calcula en torno a un 7,5% de la población global las que se incluyen en el colectivo, al margen ya de los millones de simpatizantes con la causa de la diversidad sexual y la inclusión.
El mercado, pues, al que quiere llegar Maricoins es inmenso teniendo en cuenta, además, que lo que se conoce como la pink economy se ha convertido en un fenómeno socioeconómico que mueve 5 billones de dólares anuales en todo el mundo.
La idea original de crear una criptomoneda específica para el colectivo corresponde a Juan Belmonte, más conocido en el ambiente como Juan por Dios, el nombre de la cadena de peluquerías que regenta. A él se han unido en este proyecto un grupo de otros 25 empresarios de los barrios de Chueca y Malasaña.
Juan Belmonte, presidente y alma mater de la iniciativa, resumen en un pitch colgado en Youtube lo que persiguen: “Sarasa, maricón, marimacho, tortillera…me han llamado muchas cosas en este mundo y ahora nosotros debemos poner todo eso en valor teniendo nuestra propia moneda. ¿Por qué? Porque nuestra propia moneda nos va a unificar, nos va a dar poder en este mundo globalizado capitalista. Podremos ayudar a otras personas que en este momento no tienen los mismos derechos que nosotros…Por eso, necesitamos estar más unidos que nunca y pagar, usar y transaccionar con nuestra propia moneda: maricoin”.
En lo que respecta a la parte operativa del proyecto y al desarrollo de la criptomoneda, la máxima responsabilidad recae sobre Francisco Álvarez Cano, Consejero delegado de Maricoin y CEO también en Startify, una una company builder para el lanzamiento de empresas emergentes y codirector académico del Master Propio Avanzado en Modelos de Innovación (MIAMI) en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Parte del equipo de Startify en Madrid y Miami y otros partners están implicados en la creación de este token.
Lo que han creado es una criptomoneda alternativa con el modelo Altcoin (sin un valor estable asociado a una moneda ‘fiat’, como el dólar o el euro, sino que depende de la oferta y la demanda). La han desarrollado con la tecnología de Algorand , el blockchain creado por Silvio Micali, experto criptográfico, profesor en el MIT y ganador del Premio Turig. De aquí el proyecto de Maricoin sea uno de los diez que han entrado a formar parte del programa de aceleración de Algorand Miami Accelerator.
Integrarse en este ecosistema ha obligado a Maricoin a constituirse en Miami ciudad a la que su alcalde, Francis Suárez, quiere convertir en el paraíso cripto del mundo. Moverse en el entorno de Algorand permitirá también al proyecto de Maricoin acceder a la financiación de su brazo inversor, Borderless Capital, fondo de capital riesgo destinado a impulsar la “próxima generación” de proyectos descentralizados en la blockchain Algorand.
Gracias a Borderless Capital Maricoins opta a recibir, el próximo mes de febrero, parte de un millón de dólares de inversión en una ronda pública abierta a los 10 proyectos integrados en la aceleradora de Miami. Ello les proporcionará pulmón financiero para avanzar con el proyecto global.
El plan de la salida al mercado
Ya hemos dicho que las primeras transacciones con maricoins podrán hacerse el próximo 31 de diciembre en los locales adheridos al proyecto. Pero las previsiones son que no sea hasta comienzos de año cuando la criptomoneda empiece a cotizar en los principales exchanges que admitan Algorand, es decir, que puede adquirirse o cambiarse en cualquiera de estos establecimientos por una moneda fiat o por otra criptomoneda.
El primero en el que quieren cotizar es en Binance, el mayor exchange del mundo que, además, se creó en España. No obstante, este tiene por norma no listar ninguna criptomoneda hasta no alcanzar, al menos, la cifra de 10.000 transacciones, cantidad que en Maricoin esperan superar en muy corto espacio de tiempo. Ya en España, los impulsores del proyecto se hallan también en negociaciones con Bit2Me y 2gether, y han cerrado alianzas para integrarse en las redes líderes en Brasil (bitfy) y Australia (Yieldly).
La entrada en Binance supondrá, según los impulsores, un punto de inflexión en el proyecto pero es en la próxima celebración de la fiesta del Orgullo Gay donde esperan alcanzar la confirmación definitiva. Lo que se proponen es financiar con maricoins en 2022 las fiestas del orgullo de las 20 principales capitales gays del mundo. Será la prueba de fuego para validar la aceptación de la idea en el mercado.
En enero se hará una única emisión de 250 millones de dólares en maricoins, equivaliendo la suma de 50 al valor equivalente a 1 euro. Siguiendo la dinámica del bitcoin, la emisión será limitada, es decir, no volverán a emitirse mas y su salida al mercado se irá secuenciando conforme evolucione la demanda. Una vez liberados todos en el mercado, la única forma de adquirirlos será comprarlos a sus poseedores al precio que se estipule en ese momento.
Otra de las cláusulas con las que nace el proyecto es que, transcurridos dos años desde su lanzamiento, la empresa constituida para para la puesta en marcha se disuelva y pase a convertirse en una DAO (Organización Autónoma Descentralizada), una especie de cooperativa por la que los usuarios de la criptomoneda pasan a asumir la gobernanza del proyecto conforme al código ya establecido. Esto forma parte habitual del protocolo cripto y el principio de la descentralización de las finanzas.
La página web, todavía no operativa, funcionará con el dominio maricoin.coin, para las transacciones, y maricoin.org para la divulgación del proyecto a usuarios, establecimientos -que firman un Manifiesto por la Igualdad y contra toda discriminación- y asociaciones LGTBI, que gestionarán uno de cada cuatro tokens emitidos para ayudar al colectivo.
Lo que les diferencia
Lo que distingue a Algorand de otras plataformas públicas de blockchain es que ésta habla siempre de su propósito de resolver lo que llaman el trilema blockchain: agilidad (rapidez para convertir una cripto en dinero fiat u otra criptomoneda) escalabilidad (capacidad para realizar muchas transacciones a la vez) y seguridad (vigilancia de un pequeño y selecto grupo de mineros recompensados).
La velocidad y las tarifas de transacción bajas son requisitos necesarios para conseguir que las redes públicas de blockchain sean sistemas de pago reales que se pueden escalar a nivel mundial, de aquí que maricoin haya apostado por esta blockchain que, según Álvarez Cano, se rige por los principios de: social, ética, transparente y transversal (SETT).
Destaca también el CEO las dos principales disrupciones que introduce este proyecto al ecosistema cripto. “Además de ser la primera criptomoneda creada por y para el colectivo LGTBI, el token tendrá valor como medio de pago de cualquier transacción a la vez que se convierte en un activo cotizable en un exchange. Esta doble cualidad servirá para tensionar la demanda y, sobre todo, para nuestra misión final: ayudar a que el colectivo no sea perseguido en ningún país del mundo, como hoy ocurre en 69 países que castigan las relaciones homosexuales, 11 de ellos con la muerte”, concluye.
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