La iniciativa fue presentada por la ANEP, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) este miércoles 17, en un acto encabezado por Silva, la representante de Unicef en Uruguay, Luz Angela Melo, y el director regional para América Latina del UNFPA, Harold Robinson Davis. También asistieron la directora de Derechos Humanos de la ANEP, Gloria Canclini, y el representante del UNFPA en nuestro país, Fernando Filgueira.
“Está en nosotros, y es un desafío que tenemos que concretar, que esto que hoy presentamos se transforme en realidad en nuestras escuelas, liceos y UTU, para que, efectivamente, logremos avanzar en el respeto de los derechos, en la no discriminación y, en particular, en tener una educación inclusiva”, sostuvo Silva.
Destacó que la presente campaña “se generó desde la administración de la educación, a partir de un trabajo articulado con entidades que, además, recogen experiencias y saberes internacionales”.
Canclini afirmó que la campaña se inscribe en el sentido de responsabilidad del sistema educativo, que es formar ciudadanos y dar continuidad a las líneas de trabajo que se aplican. Identificó a los organismos internacionales UNFPA y Unicef, que también apoyan la campaña, como aliados estratégicos en una propuesta participativa en la que intervinieron, asimismo, los equipos docentes y los estudiantes.
En tanto, Robinson consideró que la iniciativa será un instrumento para efectivizar derechos. Añadió que la educación debe impartirse en un ambiente libre de prejuicios, que sea favorable al aprendizaje y a la consolidación del alumno como persona. “De ninguna manera, se debe permitir que alguien, por alguna característica vinculada a etnicidad, capacidades diferentes o condición de migración, se sienta excluido o menos que los demás”, expresó.
Filgueira compartió los conceptos de los oradores que lo antecedieron. Dijo que los centros educativos no pueden ser espacios de discriminación y violencia. “Un país que pretenda construir la casa de todos tiene que hacerlo, en primer lugar, en sus centros de enseñanza. Esto debe aterrizar en las comunidades educativas, con estrategias y herramientas curriculares y didácticas, con trabajos de convivencia en espacios de recreación”, agregó.
