La poetisa uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923), ha regresado a la España que según sus propias palabras, “la encandiló” hace dos años; nuevamente se hizo presente en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá donde el 23 de abril de 2019 recibiera el Premio Cervantes de manos de los Reyes de España.
El motivo de esta gira por tierras españolas es la presentación de su última obra, el poemario: “Tiempo sin claves”, en el que reúne obras que manifiestan su amor por la naturaleza y sus criaturas. Ida sorprendió cuando pidió ver los nidos de cigüeñas de Alcalá que cita en sus versos. También hay poemas sobre lecturas, viajes y recuerdos.
Inició su lectura con “Lección de historia”, poema cuya temática es sobre un niño que da con una moneda antigua. Vitale externó lo difícil que fue para ella escoger los poemas para el encuentro, ya que “la poesía no es lo que pasa más fácilmente del lector al oidor”.
En “Tiempo sin claves”, la poetisa se refiere al código con el que se puede acceder a un mensaje cifrado. Los poemas indagan sobre “un tiempo que no tiene un código con el que se pueda descriptar”. De ahí que para Vitale sostiene que parte de la magia de la poesía es que “por suerte, la poesía es algo que escapa a los planes y controles, como no sea al presunto control de calidad de cada autor”.
Reflexionemos sobre lo que nos trasmite Ida en un poema de su nueva obra:
RECURSOS
El sobresalto fuera del poema y dentro del poema, apenas aire contenido.
Leer y releer una frase, una palabra, un rostro. Los rostros, sobre todo. Repasar, pesar bien lo que callan.
Como no estás a salvo de nada, intenta ser tú mismo la salvación de algo.
Caminar despacio, a ver si, tentado el tiempo, hace lo mismo.
Días antes de su gira española, Ida participó de manera remota en la inauguración del Festival de Literatura de Buenos Aires, donde externó que a la poesía no se le “aseguran muchas glorias terrenales”.
Cuestionó posteriormente: “¿Por qué algunos seres se empecinan, por lo general temprano en sus vidas, en ese camino injustificado para muchos y por muchos motivos?”.
Su respuesta a la interrogante poeta- poesía: “La poesía es un puente, pero no seguro y de hierro, no de palabras, siempre claras, sino riesgoso, lleno de fisuras. Con las angustias invisibles que quizá solo valen para quien la construyó”.
El poema es “la interrupción noble de un silencio, de ese silencio que reina maravilloso en el mundo”.
Regresemos a su gira en España, la escritora uruguaya perteneciente a la extraordinaria Generación del 45, con Juan Carlos Onetti e Idea Vilariño entre otros desempolvó una maravillosa anécdota que contó en un reportaje a la Agencia EFE sobre el escritor Jorge Luis Borges, de la que formó parte en su Montevideo natal, cuando un día vio al argentino que tenía que dar una conferencia, parado mirando el escaparate de una mercería.
“Pensé que raro, porque Borges es casi ciego”. Y cuando se dirigió a él llamándole por su nombre, recuerda que le respondió preguntando quien era ella y negando que estuviese perdido o despistado. Se fue preocupada y cuando pudo conectó una radio para comprobar que, efectivamente, Borges estaba dando la conferencia en la Universidad.
“Cuando vi que estaba y hablaba me saqué un peso de encima, porque era la que había dejado abandonado a Borges en un país salvaje”, bromeo Vitale.
Ida dijo que su nuevo libro es “un poco más corto porque corresponde al final” “No sé si será el último, supongo que sí”, afirmó la poetisa que cumplió 98 años el 2 de noviembre. La escritora cree que la poesía cambiará, aunque no sabe si para bien, “porque da la impresión de que todo cambia para peor, no sé si para bien”.
Vámonos con otra de las reflexivas obras del poemario “Tiempo sin claves”:
LA GRAN PREGUNTA
¿Qué hacer? ¿Abrir al mar la estancia de la muerte?
¿O enterrarse entre piedras que encierran amonitas fantasmas y prueban que fue agua este humano desierto?
Washington Daniel Gorosito Pérez